domingo, 8 de octubre de 2017

Septiembre 1.892: La prensa londinense, Valencia y la Revolución Legalista.


Navegando por la red me he conseguido con algo que en mi opinión es un documento extraordinario que nunca antes se ha publicado en estas redes. Se trata de la primera plana del periódico londinense “Daily Graphic” de Septiembre de 1.892, hace 125 años, que hace referencia a “La Revolución en Venezuela” y presenta dos grabados que según explica provienen de sendas fotografías. 
Portada del diario londinense Daily Graphic, donde aparecen los grabados relativos a la revolución legalista en Valencia.

¿QUÉ FUE LA REVOLUCION LEGALISTA?
En 1.892 la prensa extranjera se interesó (como veremos más abajo) por el alzamiento militar producido en Venezuela en esos días.  Se trata de la llamada “Revolución Legalista” liderada por el general Joaquín Crespo.  
El Gral Joaquín Crespo en una foto del periodista y militar norteamericano William Nephew.
Un año antes, en 1.891, el presidente de ese entonces  Anduela Palacios, con una serie de maniobras fraudulentas, desconoció la autoridad del Congreso Nacional y promulgó una reforma constitucional para asegurarse su continuidad en el poder.  Así, el país quedó dividido en dos bandos:  Los “continuistas” a favor del fraude constitucional promovido por el presidente para asegurarse su permanencia en el poder y los “Legalistas”, que defendían a la constitución, el estado de derecho y la legalidad. Una vez consumada la ruptura del hilo constitucional por parte del presidente Andueza, el general Joaquín Crespo, reconocido caudillo militar se alza en armas en marzo de 1.892, desde el Estado Guárico, con gran apoyo popular. Inmediatamente las altas autoridades del poder judicial: la Corte Federal y la Corte de Casación también se pronuncian en contra del fraude de Andueza.  Rápidamente la guerra se generaliza por todo el país.  El movimiento toma el nombre de  “Revolución Legalista”, ya que su objetivo declarado es el restablecimiento de la «legalidad constitucional» y logra, de hecho, una fusión entre liberales amarillos y conservadores «azules» que se evidencia en el uso por parte de los revolucionarios de la bandera blanca, símbolo de unión, en oposición al pabellón amarillo enarbolado por las tropas del gobierno. 
Soldados (hombres y mujeres) de la revolución legalista.
En el sur de Aragua se levanta en armas Ramón Guerra; en los valles del Tuy se alzan Martín Vegas, Wenceslao Casado y Leoncio Quintana, imitados por Pablo Manzano en Portuguesa y Barinas, José Félix Mora en Carabobo,  Julio Montenegro en Cojedes, el Mocho José Manuel Hernández en Guayana.  El gobierno también tiene sus defensores: un joven militar llamado Cipriano Castro lo hace en el Táchira, también se destacan los nombres de Domingo Monagas, Diego Bautista Ferrer, Alejandro Ibarra, Julio F. Sarría, Luis Loreto Lima.  
Gral Ramón Guerra (foto cortesía de Luisa Henriquez)
Luego de varios combates y el fracaso de la expedición del ejército gubernamental contra los alzados entra en crisis el gobierno y el presidente Andueza es obligado a renunciar por su propia gente y escapa del país en Junio. El nuevo gobierno trata de dialogar con el movimiento de Crespo, pero las ofertas que le hacen  son inaceptables y se reanudan las operaciones militares.  El ejército legalista avanza hacia Caracas, pero es derrotado en la batalla de “La Cortada del Guayabo”, en el actual estado Miranda, donde resulta herido el general legalista Medardo Heraclio Medina. 
El Gral Medardo Heraclio Medina B., herido en el combate de La Cortada Del Guayabo.
El ejército legalista aún muy fuerte divide sus fuerzas y rodea Caracas desde La Victoria, Ocumare del Tuy y San Juan de Los Morros. Valencia y Puerto Cabello son tomadas por los legalistas en agosto.  Con diez mil hombres Crespo avanza sobre Caracas y luego de derrotar a las tropas del gobierno en Boquerón y Los Colorados  entra triunfal en la capital en octubre luego de que huyen los  últimos defensores del gobierno. Se registraron  unos 150 combates y el número de muertos en esta guerra civil se calculan en  unos 4.500.
Tropas legalistas en la Plaza Bolívar de Valencia.

VALENCIA EN LOS GRABADOS
LA PRIMERA IMAGEN: Al apenas mirar la primera plana del “Daily Graphic” reconocí la callé que transité por más de treinta años al dirigirme diariamente a mi bufete: se trata del cruce de la Av. Rondón con calle Independencia, apenas a una cuadra de la Plaza Bolívar, lugar donde quedaba lo que los valencianos del siglo XX recordamos como la “Casa Danesa”. 
La barricada legalista, en la Calle Independencia cc Urdaneta.
La primera gráfica es muy parecida a una fotografía que conocemos sobre ese mismo lugar tomada en aquellos días, pero no es igual.   Evidentemente el grabado es inspirado en otra fotografía distinta.  La leyenda dice:  “Una barricada en Valencia” y se observa, junto a las bellas casonas que perduraron hasta hace pocos años a  un grupo de quince sujetos, dos de ellos parecen ser unos niños, algunos con ponchos o mantas, quizás en actitud de estar teniendo frío, o protegiéndose todavía de una reciente lluvia, y el suelo mojado.  Casi todos se ven armados de fusiles, muchos descalzos y con aspectos de ser miembros de la tropa, a excepción  de un hombre que está al lado del cañón, calzado de botas y aparentemente bien vestido, quizás un oficial.  En la barricada está un cañón, que apunta en dirección hacia el Norte, y junto a él, algo que parecen unos rieles, que curiosamente no se ven en la fotografía captada en ese mismo lugar y tiempo. La imagen la completa un farolito en la esquina, quizás de carburo o kerosén. Curiosamente en la fotografía tampoco se distingue el farolito.  Quizás el cañón, los rieles y el farol sean producto de una licencia artística del dibujante que recordaba haber visto esas cosas en otras partes de la ciudad.
La fotografía, en el mismo lugar y época del grabado del diario birtánico.
En la foto de Fernando Wampetchs la esquina donde estuvo la barricada legalista hace 125 años.

LA SEGUNDA IMAGEN: La segunda imagen tiene como leyenda; “El General Mora, el líder de los Legalistas y algunos de sus adherentes en Las Trincheras”.
El grabado que presenta al general Mora y su gente.
 Y nos presenta a un grupo de unos ventisiete hombres, aparentemente soldados, algunos armados de fusiles. Unos de pié y otros sentados en el piso.  Algunos  tienen aspecto de ser la tropa rasa, de alpargata o descalzos, pantalones arremangados, viejos sombreros y fusil.  Hay otros,   que pudieran ser oficiales, mejor vestidos y calzados con zapatos, no llevan fusiles y posan mas bien como caballeros.   Del grupo distingue uno: es un hombre negro, es el único sentado en una silla, con botas de montar y un sable, posiblemente lo que se distingue en el lado izquierdo de su cadera sea un revólver de largo cañón. Indudablemente es a quien se señala como “el general Mora”.
El gral José Felix Mora.

¿Y QUIEN FUE EL GENERAL MORA?
El Gral. José Félix Mora  es hijo de Gral. Juan José Mora, héroe de la guerra de independencia y quien le da el nombre al municipio de la costa carabobeña.  Oriundo de la población de Borburata, según unos y de Morón según otros.  Abrazó la causa de los liberales amarillos desde muy joven, incorporándose a las luchas armadas, participando en diversas acciones militares en Puerto Cabello y la zona centro-norte del país. Su verdadera relevancia como militar y político la adquiere con el triunfo de la  revolución legalista del Gral. Joaquín Crespo en  1892. El Gral. Mora había luchado a favor de la causa de Crespo desde el principio, operaba en la costa carabobeña, en los pueblos de Puerto Cabello, Morón y Urama en donde atacaba constantemente a las autoridades gubernamentales con el método de las guerrillas.  En Agosto de ese año Mora, junto con el valiente general valenciano Antonio Paredes y el gral. Vallenilla toma la ciudad de Valencia por ordenes del general Crespo, quien a los pocos días entra triunfante en la ciudad.  Luego Crespo le ordena tomar Puerto Cabello, lo que logra Mora,  logrando un control total de los legalistas en Carabobo.  Después del triunfo legalista, el Presidente Crespo nombra al Gral. José Félix Mora Jefe Civil y Militar de Puerto Cabello, posteriormente lo nombra Presidente del Estado Carabobo (1892-1893).  El nombramiento de Mora no fue bien recibido por la sociedad carabobeña, pues si bien el general era un valiente soldado, era un hombre negro, casi analfabeta, tartamudo, rudo y  de malos modales e inculto.  La crónica reseña que la prensa carabobeña se burlaba frecuentemente de él, con chistes y poesías.  Pese a que era un rudo militar, era de un carácter tolerante y no reprimió nunca  a la prensa, se le oyó decir:  “la democracia es para echar vaina impunemente”.  Años más tarde volvió a ser gobernador, no por nombramiento del presidente sino por elecciones.  No hay registros de abusos o atropellos de su parte en sus tiempos en la gobernación y se le conoce como un gobernante honesto.  Aunque de origen muy humilde e iletrado, era muy pretencioso y se cuenta que De Valencia iba a su hacienda de paltó y levita y pantalón de fantasía. Entre sus obras más importantes como gobernante se señalan: La construcción del antiguo hospital civil de Valencia, restablece la publicación de la Gaceta Oficial de Carabobo y la edita en una imprenta propia, le da el ejecútese al decreto presidencial de fecha 15 de noviembre de 1892 mediante el cual se erige en Universidad el Colegio de primera categoría de la ciudad de Valencia. La Universidad se instaló formalmente en el templo San Francisco el 22 de enero del año siguiente (1893); Durante su gobierno se produce la llegada a Valencia de los reverendos padres salesianos (1894), le correspondió conmemorar el centenario del nacimiento del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre (1895), estos actos fueron realizados con gran majestuosidad y solemnidad.
Ascenso a general de división al doctor y general Medardo Heraclio Medina.
 
Niños soldados. Imágenes tomadas por el fotoperiodista y militar norteamericano del siglo XIX William Nephew, durante la revolución lealista en Venezuela.

Imágenes tomadas por el fotoperiodista y militar norteamericano del siglo XIX William Nephew, durante la revolución lealista en Venezuela.

Imágenes tomadas por el fotoperiodista y militar norteamericano del siglo XIX William Nephew, durante la revolución lealista en Venezuela.  La cinta blanca en el sombrero es el distintivo de los legalistas.

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