miércoles, 1 de agosto de 2018


LA TUMBA DEL GRAL. LEOPOLDO ORTEGA BARRETO: 
En la Iglesia Catedral de Valencia, a pocos metros del altar principal, se encuentra la lápida que identifica la tumba del general Leopoldo Ortega Barreto.  Es una de las pocas tumbas de la Catedral que ha superado los gustos y caprichos de cuanto obispo ha pasado por nuestra iglesia matriz, que han modificado el templo a su libre criterio, quitando y hasta eliminando las lápidas que distinguían el lugar de último descanso de muchos venezolanos ilustres.  Ortega es quizás el único militar venezolano del siglo XX que reposa en nuestra Catedral, ultima morada de muchos clérigos, pero pocos hombres ajenos la curia.  El otro militar es Atanasio (corregir) Girardot, pero este patriota es un personaje mucho más antiguo que Ortega, pues data de la época de la independencia…
La lápida que señala el lugar de descanso del Gral Leopoldo Ortega Baarreto en la Catedral de Valencia. El año señalado en la lápida está equivocado,ya que lo correcto es 1901.
Pero ¿Quién fue Leopoldo Ortega Barreto?  El general Ortega nació en el Baúl, estado Cojedes, en 1870, proviene de una familia de militares desde  la guerra de independencia, cuando su abuelo, el general Rafael Ortega fue un destacado oficial de José Antonio Páez.  Su familia siempre estuvo vinculada al llano, tierra de hombres bravos y de a caballo, pero desde muy temprano alternó su vida con Valencia, donde fundó familia y residían buena parte de sus parientes, los Barreto, en la famosa esquina de la Cruz Verde.   En la ciudad del Cabriales inició estudios de ingeniería en la incipiente  Universidad de Valencia, pero prematuramente los interrumpió al ser seducido por la llama de la política, llevado sus principios éticos y su conciencia civilista y apego a la legalidad.  Se incorporó a la “revolución legalista” de Joaquín Crespo que se rebelaba en contra el gobierno que violaba la constitución para tratar de perpetrase en el poder.  En los combates de la “legalista” el diestro jinete llanero recibe su bautismo de fuego y es conocido por su valor en combate, por lo que se le reconoce al joven la jerarquía de capitán. 
La esquina "Cruz Vede" donde residían los Barreto.
Años mas tarde, cuando con ocasión de las elecciones de 1897 se realiza la primera campaña electoral popular y moderna en Venezuela se incorpora activamente al Partido Nacionalista, el cual organiza y dirige en los estados Carabobo y Cojedes, junto con su cuñado el Dr. Eudoro López y sus parientes  los Barreto y los Lima.  Promueve y sostiene la candidatura de “El Mocho Hernández”, la cual cuenta con una enorme mayoría popular, prepara los primeros simulacros de votación para educar en materia electoral a aquella ciudadanía que jamás había votado,  organiza mítines, giras de propaganda y conferencias del candidato en Valencia, Puerto Cabello, Tinaco, San Carlos, etc., ganando las simpatías del electorado, pero el día de las elecciones, hombres armados afectos al oficialismo toman las urnas electorales, amenazan a los nacionalistas, les impiden votar, secuestran el proceso y cometen un fraude gigantesco, proclamando vencedor a Ignacio Andrade, candidato de el antiguo “legalista” Joaquín Crespo, quien ahora abandona sus principios y a su vez violenta la constitución y avala el fraude que en las elecciones que le burlan la victoria popular a José Manuel Hernández “El Mocho”. 
A los pocos días el gobierno encarcela a todos los dirigentes de la oposición, los cuales permanecen presos hasta enero, cuando son liberados.  Ante semejante fraude “El Mocho” escribe secretamente Ortega y otros sus partidarios para organizar una sublevación y viene a Valencia, para desde la capital del estado Carabobo iniciar su famosa “Revolución de Queipa” desde la antigua hacienda al sur de la ciudad.  Le toca a Leopoldo Ortega recibir al “Mocho” y llevarlo a caballo hasta la hacienda Queipa, en las inmediaciones de lo que hoy conocemos como “la vía a El Paíto.  Desde allí nuevamente Ortega se incorpora a la batalla, siempre al lado de “El Mocho”, participando siempre al frente de las tropas en los combates de Tinaquillo, el asalto al hato “Totumo Barretero” que fue lo que hoy llamamos una  “operación comando” en la que despojaron a las tropas del gobierno de gran cantidad de caballos, fusiles y hasta una ametralladora, novísima arma para aquellos tiempos.  Luego está presente en la famosa batalla de “la Mata Carmelera” donde muere el ex presidente Joaquín Crespo,  jefe de las tropas del gobierno y finalmente acompaña al “Mocho” en los combates de Churuguara y Yumare, cuando finalmente la “Revolución de Queipa” es derrotada y caen presos sus líderes.
En 1900, nuevamente cae preso “El Mocho Hernández”,  luego de alzarse contra la dictadura de Castro.  Entonces  el general Ortega junto a muchos venezolanos anticastristas se repliega a la Goajira colombiana. En Colombia se encuentra también el Gral. Rangel Garbiras, jefe de los nacionalistas del occidente de la república, quien por segunda vez  prepara acciones para invadir Venezuela y derrocar al dictador Castro. Simultáneamente en Colombia se libra una cruel guerra civil entre los conservadores (en el gobierno y enemigos del gobierno venezolano de Castro) y los liberales, con apoyo del dictador venezolano.


A la Goajira llega, para apoyar a Ortega Barreto el célebre Rafael de Nogales Méndez, quien años mas tarde sería héroe de la primera guerra mundial.
Cipriano Castro, a su vez, alista un ejército expedicionario y lo envía a Colombia por la Goajira, hacia Riohacha para destruir a los conspiradores venezolanos y tratar de apoyar una insurrección en contra del gobierno conservador colombiano.  En un desértico lugar de la Goajira colombiana denominado Carazúa, el 13 de Septiembre  de 1901 ocurre la cruenta batalla en la cual Leopoldo Ortega Barreto recibe un balazo de fusil en una de sus rodillas, la cual queda totalmente destrozada.  Herido y trasladado a la retaguardia los médicos quieren amputarle la pierna, a lo que el llanero obstinadamente se niega, pero la herida gangrena y muere el 7 de octubre. Cuentan que cuando los médicos pretendieron amputarle la pierna se negó y exclamó:  “Prefiero que digan ahí murió el general Ortega y no que digan ahí va el mocho Ortega.”. 
Al saberse en Valencia la muerte del general Ortega, tan lejos, fuera de su amada Venezuela, causa hondo pesar. Su parentela es muy querida y respetada en la ciudad.  Son los Ortega, los Barreto, los Lima, los López, gente muy respetada y apreciada.  Su esposa María Isabel Lima de Ortega junto a sus hijos Leopoldo, Carlos, Héctor, Luis, Ricardo, Luis Augusto y Anita desconsolados ni siquiera tienen un cuerpo que enterrar.  Años mas tarde, en 1903, se logra repatriar los restos del último general venezolano muerto en combate; son traídos a Valencia y velados en capilla ardiente en la Iglesia de San Francisco, para luego ser trasladados en hombros hasta la Santa Iglesia Catedral donde tienen su descanso definitivo, a pocos metros del altar mayor.
El lugar de la lápida, a 8 metros del Altar Mayor.
Para leer más del Gral. Leopoldo Ortega Barreto:
Galíndez, Luisa. “HISTORIA DE VALENCIA 1901-1950” (Extractos publicados en In-Formate Nro. 216, Marzo 1991
Lecuna, Vicente: “LA REVOLUCIÓN DE QUEIPA”. Tipografía Garrido, Caracas 1954
López, Victor José. “INFATIGABLES” Edit. Temple. Madrid 2017
Nogales Méndez, Rafael: “MEMORIAS”. Fund. Edit. El Perro y la Rana. Caracas 2007

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