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martes, 28 de noviembre de 2017

LA CAPTURA DE ROMAN DELGADO CHALBAUD, LOS MORMONES Y MI TATARABUELA

Uno de los personajes mas interesantes de la historia contemporánea de Venezuela es sin duda, el general Román Delgado Chalbaud.  Su vida describe una elipse desde ser el compadre, socio y mejor amigo del dictador Juan Vicente Gómez hasta su enemigo a muerte (muerte, literalmente).  Es una vida que ha dado ya para dos interesantísimas novelas (“De la Rotunda a la Calle Larga” de Vicente Ibarra y “Falke” de Federico Vegas), y de la que se puede sacar el libreto para la mas extraordinaria película que se quiera filmar en Venezuela que reuniría drama, acción y pasión. 
El gral Román Delgado Chalbaud, en sus tiempos de fortuna política y económica.

Desde que, siendo un adolescente, conocí de la epopeya del “Falke” el personaje me cautivó y mas aún cuando me contaron las particulares circunstancias de su captura.
 El merideño Delgado Chalbaud, como militar activo en la marina de guerra participó en diversas operaciones militares en el gobierno de Cipriano Castro. Mas tarde y a raíz del golpe de estado que Gómez le da a Castro surge una enorme afinidad entre el merideño y el tachirense. Román Delgado era un hombre innovador, y extremadamente ambicioso, tanto en lo político como en lo económico.  Fue él quien trajo al primer avión a Venezuela, con el aviador norteamericano Frank Boland.  Con el gobierno de su compadre Gómez va subiendo como la espuma.  Junto con Gómez se apoderan de las acciones que el depuesto presidente Cipriano Castro tenía en la Compañía Fluvial del Orinoco, luego llamada Compañía Fluvial y Costanera de Venezuela, que tenía el monopolio de la navegación por todas nuestras costas y rios.  Este solo monopolio les generaba enormes ganancias en tiempos en que prácticamente no existían carreteras ni mucho menos líneas aéreas y todo el transporte de ganado, cosas y personas se realizaba por barco, y por supuesto, con los barcos de estos dos compadres.  Como si fuera poco Gómez también le concede a Román la renta de las estampillas y el monopolio de las salinas.  Delgado se convierte en millonario amparado por Gómez.
El dictador Juan Vicente Gómez, en una de las pocas imágenes
 a color que se tienen del personaje

EL NEGOCIO DE LOS BANCOS
En 1911 el gobierno de Gómez lo comisiona para ir a Europa a estudiar la posibilidad de ciertas inversiones que incluían, entre otras cosas,  la posibilidad de  instalar en nuestro país otros bancos, distintos del Banco de Venezuela (privado), que era prácticamente el único que existía. Al llegar a Europa, el codicioso Román, conoce a un oscuro personaje que es quien le hace el lobby ante los banqueros europeos, este sujeto es conocido como “Bolo Pacha”, pero su verdadero nombre era Paul Bolo, un francés, que decía ser nacional de un país del medio oriente, donde pertenecía a una familia de algún jeque o pachá, y que era muy rico.  
Bolo Pacha o Paúl Bolo, el oscuro personaje que "colaboraba" con
Román Delgado Chalbaud en el negocio.
En realidad Bolo Pachá, aunque pertenecía a una familia honorable, era la oveja negra de la familia,  era un hábil estafador, había estado preso en Francia, España y Argentina y era bígamo, ya que había podido casarse con dos viudas ricas.   Su habilidad con la palabra y la ingenuidad de la sociedad de principios de siglo le habían permitido codearse con los magnates franceses  y también con ciertos extranjeros, entre estos cayo Román Delgado Chalbaud.  Y es así como el venezolano, asistido por el embaucador francés, logra el interés de capitales franceses para instalar dos bancos en nuestro país: un Banco Nacional y un Banco Territorial, que se encargarían de la emisión de la moneda y de las operaciones hipotecarias, por supuesto con capital francés. Con su proyecto debajo del brazo regresa Román a Venezuela, seguramente soñando con ser el dueño de algún palacio o Francia y en otras ganancias que le podrían derivar de concretarse el asunto de los nuevos bancos.  En esos tiempos Gómez no se había convertido todavía en el absoluto dictador; tenía un Consejo de Gobierno, un órgano de consulta y discusión,  en el cual, honorables venezolanos todavía se atrevían a levantar su voz de protesta ante lo que consideraban inconveniente.  Al llegar el proyecto de los bancos franceses al Consejo de Gobierno, de manera airada y contundente se opusieron varios de sus miembros.  El argumento que preocupaba es que una potencia extranjera tendría una enorme injerencia en la soberanía nacional, en algo tan importante como la banca y sobre todo recordando los recientes sucesos del bloqueo anglo-germano de años anteriores. Se llegó a opinar que era una re-colonización de Venezuela.  A la cabeza de esta oposición  estuvo “El Mocho” Hernández quien fue tan elocuente que hasta insultó al propio Gómez en plenas deliberaciones.  También  Vicente Lecuna, para la época presidente del Banco de Venezuela le hizo serias objeciones al proyecto, que terminaron de convencer a Gómez.  Cuando Delgado, a quien Gómez había aceptado todas sus proposiciones y negocios anteriores,  se entera de que su proyecto bancario ha sido descartado, su gestión se ha perdido  y sus ganancias se han esfumado,  entra en cólera y empieza a tramar la traición a su compadre-presidente.  Román empieza a planear su conspiración, junto con sus hermanos y algunos miembros del Consejo de Gobierno.  Dicen que el complot no incluía sólo el golpe de estado, sino también el asesinato de Gómez; pero los espías y confidentes del dictador eran muchos y los envidiosos del poderoso Delgado eran muchos también y no tarda el general-presidente de enterarse de la traición de su predilecto. Casi todos los implicados abandonan rápidamente el país, pero Delgado se queda.
Panfleto que publicó Delgado en defensa de sus
diligencias en Europa
LA DISCUSION
Una vez convencido del plan, Gómez le ordena comparecer a Delgado a su despacho, donde según coinciden todos los relatos, de una manera fría y descompuesta, con una mirada de rencor, de fiera herida, sin saludar el dictador le habría dicho al militar y marino la famosa frase:
General Delgado, tengo para mis enemigos, la muerte de agujita y grillos de 70 libras. Además, ¿qué culpa tiene la estaca, si la rana salta y se ensarta"?
Delgado trató de excusarse, alegando que todo se trataba de sus enemigos que trataban de mal ponerlo con su jefe y se retiró.

LA CAPTURA
La falta de lealtad de Román cayó terriblemente a Gómez.  El dictador había tratado al merideño casi como a un hijo; la confianza era absoluta, se cuenta que Delgado era el único entraba en los aposentos del Jefe sin anunciarse previamente, cuentan que Gómez estaba irritado por completo a raíz de esta traición.  Después de meditar la situación Gómez le ordena a su espaldero, el indio colombiano Eloy Tarazona: Llame al coronel Agustín Tirado Medina y dígale que se presente de inmediato.
Según contó  el propio Tirado Medina a Pedro José Muñoz,  antiguo miembro de la Academia de la Historia, en su libro “La Noria de los Días” citado por Francisco Carreño Delgado* los hechos ocurrieron como sigue:
“En el termino de la distancia se presentó ante Gómez el coronel Tirado Medina, quien para los momentos era Jefe Civil de la Parroquia San Juan, donde había dado muy buenos resultados.  Legó muy sonriente y optimista porque pensaba que se le convocaba para ofrecerle un cargo de mayor importancia en la administración pública, pero le esperaba un balde de agua fría.  Apenas al estar frente al presidente éste le dijo: 
-“Coronel Tirado Medina, lo he llamado porque tengo que confiarle un encargo de suma gravedad y tengo confianza en que Ud. sabrá cumplirla: Mañana en la mañana, prenda Ud. al general Delgado Chalbaud y llévelo a la Rotunda
Agustín, todavía sin reponerse de la sorpresiva misión, atinó sólo a preguntar:
“¿Y si se resiste?
La orden es prenderlo. Usted verá como lo hace.”
Sigue contando Tirado Medina:
Volví a mi casa y ordené que me hicieran una jarra de café bien cargado.  Me encerré en mi cuarto y comencé a pasearme de un lado a otro, pensando cómo me las arreglaría para cumplir el peligroso y difícil cometido.  Antes de las cinco de la mañana ya estaba frente a la casa de Puente Yanes a Tracabordo…Acababa De llegar su coche, una magnífica Victoria, descubierta por ambos lados, tirada por una pareja de briosos caballos castaños…
Inesperadamente irrumpió en la vía una carreta conducida por un isleño, que subía de Perico a Puente Yanes.  Avancé y en tono enérgico le ordené que atravesara la carreta en la esquina a lo cual accedió…El general Delgado Chalbaud emprendió su marcha hacia donde yo estaba.  Ante el obstáculo de la carreta, el cochero prorrumpió en airadas protestas, y el general, distraído vino a darse cuenta de mi presencia cuando yo ya había llegado hasta el coche y entrado por el lado derecho donde venía él sentado…-Buenos días coronel¡ ¿Qué lo trae por aquí? Avanzando el cuerpo dentro del coche y poniendo el revólver en el vientre del general, le advertí: “No se mueva general.  Está detenido¡ y rápidamente lo desarmé. Sin cruzar palabras siguieron directamente hasta la Rotunda.
Doce años estaría preso en la siniestra cárcel el general Delgado.
Ahora bien, Gómez tenía bajo sus órdenes a miles de soldados, cientos de policías, docenas de edecanes,  a los chácharos y cualquier cantidad de espías…¿Qué lo decidió a encomendar esta misión especialmente al coronel Tirado Medina?  Es una interrogante que siempre he tenido.  Quizás era su expresa intención de que Delgado fuera capturado vivo, lo que no cualquiera sería capaz de hacer y seguramente vio en Tirado Medina tanto el temple como la prudencia necesarias para llevar a cabo la misión.
EL PRIMO AGUSTÍN
Por allá por la década de los setenta, siendo yo un adolescente y cuando comentaba estos episodios con mi abuelo, quien vivió intensamente los tiempos de la dictadura gomecista, sorpresivamente me informó el detalle que me hizo interesar más en la cuestión:  El coronel Agustín Tirado Medina era su primo hermano.  Era hijo de una hermana de mi bisabuelo el general Medardo Heraclio Medina.  Aparte de militar y político era contador o tenedor de libros, como se decía antes, un hombre muy culto que hasta había escrito un texto de matemáticas que se utilizaba en las escuelas en aquellos tiempos. Lamentablemente no requerí de mi abuelo más datos de su primo. ¿Cómo se llamaba su madre? ¿Cómo es que siendo los Medina furibundos enemigos de Gómez uno de sus primos se encontraba trabajando en el gobierno? ¿Se llegaron a conocer los primos?  Cuarenta años han pasado desde que anoté los datos que  me contó mi abuelo al margen de la novela “De la Rotunda a la Calle Larga” para que no fueran olvidados al paso del tiempo.
LOS MORMONES Y SU AYUDA A ENCONTRAR ANCESTROS.
Por muchos años estuve buscando información de Agustín Tirado Medina.  Apenas alguna escueta reseña de la detención de Delgado pude conseguir en Internet, y algo más en los libros investigados.  Cuando se me ocurrió una última carta, al recordar la sugerencia de uno de los amigos virtuales con ocasión de otra búsqueda:  la pagina familysearch, de los Mormones.  La Iglesia de Jesucristo de los Últimos días, que normalmente llamamos “los mormones” realizó a nivel mundial un titánico trabajo de microfilmar y luego llevar a la web millones de partidas de nacimiento, defunción y matrimonio, tanto eclesiásticas como civiles.  En Venezuela, por razones que desconozco, no se hizo la labor completa, pero si en muchos estados de la república.  La idea que los movió creo que es facilitar el reencuentro de las familias.  Y pues bien, al realizar mi búsqueda… bingo¡  Encontré no sólo a Agustín Tirado Medina, sino a su padre y madre, mi tía-bisabuela de nombre Manuela María Medina Betancourt, a los  hijos de Agustín, y la veta de información fue tan extraordinaria que pasé buscando mis ancestros, alguno de los cuales sólo conocía los nombres y otros que ni siquiera conocía su existencia. 
Fragmento del acta de nacimiento donde figuran las firmas autógrafas de Agustín Tirado y Manuela Medina de Tirado, padres de Agustín Tirado Medina y la de Medardo Medina, mi bisabuelo.
Así encontré a mi tatarabuelo Marcelino Medina, nacido a principios de la  guerra de independencia y a Epitacia Betancourt de Medina, mi tatarabuela nacida en 1821, el año de la batalla de Carabobo.  Desfilaron ante mi otros tíos bisabuelos Domitila, Manuel Abigail, Rita de la Cruz, Marcelino, Rita, e  Isaías Medina, nombre que me sorprendió al coincidir con el presidente que nació años después, de donde sospecho una posible relación familiar. Aparece, como cosa curiosa un niño expósito que dejaron en la puerta de la casa de la familia y fue adoptado por Isaías, y le dan el apellido. Remonto mas aún y salen a mi encuentro Domitila Medina, hermana de Marcelino, mi tatarabuelo, y hasta encuentro a los padres de mi tatarabuela Epitacia, que son Francisco Betancourt y Rita Frías¡  Nunca imaginé poder encontrar en la web a mis retatarabuelos¡
Acta de bautizo (fragmento) de Agustín Tirado Medina.

La  página web  https://www.familysearch.org es una extraordinaria herramienta para historiadores y genealogistas aficionados que es muy poco utilizada.  La recomiendo.
EPILOGO
El destino de los personajes de este relato estuvo signado por la muerte.  La dama de la guadaña se los llevó a todos de manera violenta.  El primero de ellos fue Bolo Pacha.  Durante la primera guerra mundial, las autoridades francesas descubrieron una operación mediante la cual Bolo, por medio de un banco norteamericano, con millonarios fondos que le habían suministrado los alemanes  trató de comprar a los mas importantes diarios franceses para conseguir un una política editorial pacifista que beneficiara a los alemanes.  Bolo fue arrestado, enjuiciado, declarado culpable de traición a la patria y fusilado en 1918.
Bolo Pacha declara ante el Tribunal que le enuicia por traición.  Fue condenado a muerte y fusilado.

Siguió Román Delgado Chalbaud.  Luego de doce años de terrible presido en La Rotunda de Caracas, Gómez le da la libertad, e inmediatamente viaja a Europa donde invierte lo que le queda de su fortuna (había sido literalmente esquilmado por sus carceleros gomecistas que hasta lo dejaban varios días sin nada de comer a cambio de cuantiosas sumas de dinero) y todas sus energías en planear una invasión para derrocar al dictador.  Finalmente compra un barco, el Falke, y un lote de armas y con un puñado de valientes venezolanos de las mas variadas clases, ideas y ocupaciones, entre los que se encontraban el estudiante universitario Armando Zuloaga, el escritor valenciano José Rafael Pocaterra y su propio hijo Carlos Delgado Chalbaud, trata de invadir desembarcando en Cumaná, donde gracias a los servicios de inteligencia lo esperaba para enfrentarlo el gobernador gomecista  el general Emilio Fernández. Desembarca Delgado con la bandera  en una mano y una pistola luger en la otra y se traban en fiero combate con las tropas de Fernández que lo esperan en el puente “Guzmán Blanco” sobre el río Manzanares.  En un extremo del puente Delgado recibe un balazo de fusil que le ha disparado un soldado gomecista encaramado en un árbol, muere casi instantáneamente.  Minutos después, uno de los muchachos de la expedición invasora asesta un tiro en el centro del pecho al general Emilio Fernández, que también muere instantáneamente, pero ya la invasión está derrotada. Carlos Delgado Chalbaud, Rafael Pocaterra y los pocos que se salvaron levan anclas y se retiran.
Puente "Guzmán Blanco" sobre el río Manzanares, en Cumaná.  En un extremo de dicho puente cayo muerto el gral Delgado Chalbaud.  Frente a él, al otro extremo, moría minutos después el gral Emilio Fernández, defendiendo al gobierno.
Finalmente, Agustín Tirado Medina, muchos años después de todos estos acontecimientos, está en su casa, a punto de asistir a un bautizo en una iglesia cercana.  Se ha vestido elegantemente de casimir oscuro, con traje y chaleco.  Cuando guarda el revólver que siempre porta, en el bolsillo del pantalón, el arma cae hasta el suelo: el bolsillo está roto.  No hay tiempo de cambiarse de ropa, porque se hace tarde.  Agustín es de esos hombres que jamás sale de su casa desarmado, pero por una vez que lo haga no pasará nada.  Pero si pasó.  Casi en las puertas de la iglesia, se encuentra con un delincuente que había jurado tomar venganza con el coronel. Se acerca y le da un disparo y lo mata en el acto.
TRÁGICA COINCIDENCIA.
Algo más de treinta  años después de la detención de Román Delgado Chalbaud, los hechos de manera sorprendentemente trágica se repitieron, cambiando a los personajes.  Al igual que hizo su padre en 1913, bien temprano por la mañana, Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta de Gobierno,  se dispuso a salir de su casa, rumbo a Miraflores.  Al igual que a su padre, le atravesaron un vehículo que le impidió el paso.  Igualmente gente armada le impidió llegar a su destino original.  La gran diferencia es que en vez de ser detenido sin violencia, como ocurrió con Román, en este caso los captores eran una partida de forajidos corianos, en completo estado de ebriedad, que no supieron dominar la situación, lo que terminó con el asesinato a tiros del teniente coronel Carlos Delgado Chalbaud. Muchos historiadores señalan que la muerte de Carlos delgado Chalbaud fue producto de una venganza de un millonario que se sintió traicionado por el militar en el asunto de unos terrenos.
________________________________________
*Carreño Delgado, Francisco.  “La Prision de Román Delgado Chalbaud” en la revista “Historia Para Todos” Nro. 2, Caracas, 1979

Fuentes:
BOLETIN DEL ARCHVO HISTORICO DE MIRAFLORES Nro. 139-140, Caracas 1992
Fernández, Carlos Emilio.  “Hombres y Sucesos de Mi Tierra”. Madrid, 1969
Ibarra, Vicente.  “De la Rotunda a la Calle Larga” Ed. Fuentes, Caracas, 1977
Yanes, Oscar.  “Memorias de Armandito”.  Ed. Planeta. Caracas. 2007
Revista “Historia Para Todos” Nro. 2. Ed. Lisbona. Caracas 1979




miércoles, 1 de noviembre de 2017

LA VACA SAGRADA, MITOS Y REALIDADES

Seguramente todos los venezolanos nacidos en siglo XX escuchamos hablar más de una vez de “La Vaca Sagrada”, el más famoso de los aviones presidenciales venezolanos.  Pero muchas de las cosas que se han dicho han sido distorsionadas o son falsas. 
EL ORIGEN DEL AVION.
A finales de los años treinta la industria de la aviación se encontraba en plena expansión y se desarrollaban nuevos modelos de aviones, más grandes, con mayores capacidades y más altas velocidades. Entre las empresas líderes del mundo se encontraba la norteamericana Douglas, que desarrollaba un gran avión de pasajeros, el llamado DC-4, con cuatro motores de el cual las principales líneas aéreas norteamericanas ya habían hecho varios pedidos, pero a principios de la década de los cuarenta Estados Unidos se involucra en la segunda guerra mundial y toda la producción  industrial norteamericana es requerida para el esfuerzo bélico, de manera que todos los aviones DC-4 son tomados para el transporte militar, y pasan a tener la denominación militar C-54, conocido mejor como “SKYMASTER”. 
El primer avión presidencial norteamericano, un Douglas C-54 Skymaster, especialmente acondiconado para el presidente Franklin D. Roosevelt.
LA “SACRED COW”
Así las cosas, y ya bien entrada la guerra, surge para el gobierno norteamericano, la necesidad de disponer de un medio de transporte seguro, discreto y rápido para transportar al presidente Franklin Delano Roosevelt a través del Atlántico, con toda la comodidad y seguridad posible y sobre todo de manera secreta.  Se debe recordar que en esos tiempos la navegación por el océano Atlántico  todavía sufría los ataques de los submarinos.  Es así como el “Secret Service”, oficina encargada del transporte y seguridad del presidente estadounidense, luego de estudiar varias alternativas se decide encargar a la Douglas un avión “Skymaster C-54” con características especiales para que sirva por primera vez como avión presidencial norteamericano. Es así como se fabrica “a pedido” el C-54 que entre otras cosas tenía un ascensor en el que Roosvelt podía entrar en su silla de ruedas (recuérdese que el presidente sufría de polio y era inválido), cocina,  salón de conferencias, dormitorio y baño con agua caliente.  
El ascensor del "Sacred Cow" para qu Roosvelt pudiera subir
cómodamente en su silla de ruedas.
El avión fue bautizado como “Sacred Cow” (vaca sagrada), nombre que según algunos se debe a que el Servicio Secreto no dejaba que nadie se acercara ni tocara la aeronave, según otros el nombre se lo puso Bernar Baruch, asesor del presidente y hasta otros llegan a decir que el curioso nombre se debe a un ruido que hacía el avión al aterrizar, que recordaba el bramido de una vaca.
El “Sacred Cow” fue estrenado por el presidente Roosvelt en su viaje a Yalta, conferencia en la que se reunió con Churchil y Stalin y en la que se definió las esferas de influencia en todo el mundo luego de la guerra, acuerdos que todavía hoy tienen sus efectos en el planeta. Dos meses después de la Conferencia de Yalta, el presidente Roosvelt, que ya estaba muy enfermo, falleció y lo sustituyó en el cargo Harry Truman, quien usó frecuentemente el “Sacred Cow” en múltiples viajes dentro y fuera de Estados Unidos. 
El despacho del presidente Roosvelt en el "Sacred Cow"
Siendo presidente Truman, en 1.947, en pleno vuelo a bordo del “Sacred Cow”,  firma una ley llamada “Acta de Seguridad Nacional de 1947”, mediante se crea oficialmente la Fuerza Aérea Norteamericana (USAF).  Hay que aclarar, que antes de esta ley, la fuerza aérea no era una fuerza aparte e independiente, sino que era una rama del ejército norteamericano y sa llamaba USAAF (United Status Army Air Force o Fuerza Aérea del Ejército Norteamericano), de manera pues que el “Sacred Cow” es literalmente la cuna donde nació la USAF y como tal es celosamente mantenido como una reliquia histórica para la aviación militar norteamericana.  Luego del periodo de Truman el avión siguió siendo utilizado en diversos destinos oficiales, hasta que se desincorporó eno octubre de 1.961.  Fue desarmado y trasladado al Museo Nacional de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en Riverside Ohio, donde recibió una cuidadosa y esmerada restauración y es una de las piezas principales de este museo, uno de los mayores del mundo.  Hay una especie de “leyenda urbana” venezolana que dice que la “Vaca Sagrada” venezolana, es el mismo “Sacred Cow”, pero es  totalmente falso, son dos aviones semejantes, ambos Douglas C-54, pero el avión que utilizaron Roosvelt y Truman, como se dijo está exhibido en el museo de la USAF y nunca vino a Venezuela.
Los dos Douglas C-54 presidenciales, hoy en día en sus respectivos museos: a la izquierda, el Sacred Cow en el Museo Nacional de la Fuerza Aérea Norteamericana en Ohio y a la derecha el "Vaca Sagrada" en el Museo Aeronáutico de Maracay.  (Foto de "la Vaca" es de Naudy de Flickr)
NUESTRA “VACA SAGRADA”
Al finalizar la guerra, el inmenso poderío industrial norteamericano quedó con una enorme cantidad de equipos que ya no eran necesarios, lo que se llamó los “excedentes de guerra”, de manera que los EE.UU. vendieron armas, uniformes, aparatos, equipos y toda clase de vehículos y naves a los países amigos.  La Douglas produjo algo mas de  un mi ejemplares del “C-54” Skymaster, muchos de los cuales sobrevivieron a la guerra; al cesar  el conflicto se convirtieron en esos  “excedentes de guerra” y fueron vendidos a precios muy bajos a todo el que quisiera comprarlos.  Poco después de la guerra, en 1947, el gobierno de Rómulo Gallegos, que ya empezaba a disfrutar de la bonanza petrolera pacta la compra uno de esos aviones C-54, para utilizarlo como avión presidencial.  En el ínterin de la negociación y la llegada de la aeronave a Venezuela se produce el golpe de estado y es derrocado Gallegos, quien es sustituido por la Junta de Gobierno presidida por Carlos Delgado Chalbaud.
El Douglas C.54 7AT1, "Vaca Sagrada"
Es entonces, el 20 de junio de 1.949, cuando el avión llega al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, proveniente de Dallas, Texas, piloteado por el teniente coronel Abel Romero Villate, junto con un piloto norteamericano y los mecánicos Domingo Arias, Alfredo Contreras e Ignacio Paz.  Luego de la recepción oficial el avión es trasladado a la Base Aérea de Boca de Río, en Maracay, donde se aloja en el escuadrón de transporte Nro. 1 y se matricula como 7AT1.  Le correspondió al Tte. Cnel Carlos Delgado Chalbaud, Germán Suarez Flamerich y al Coronel Marcos  ¨Pérez Jiménez, como sucesivos presidentes de las Juntas de Gobierno ser los usuarios del novel avión presidencial. No se tiene certeza de quien y cuando empezó a llamar al avión presidencial venezolano “Vaca Sagrada”.  Algún criollo que quiso castellanizar el nombre del famoso avión de Roosvelt y Truman y se lo adjudicó al avión presidencial nuestro.  Quizás de allí viene la confusión de quienes creen que se trata de un mismo avión el “Sacred Cow” y “La Vaca”.
UNA TRAGEDIA.
La historia de la Vaca Sagrada, tiene una parte triste. El 21 de marzo de 1.950, en el momento de quitarle el pin de una de las ruedas, el sargento técnico Juan Sifuentes fue alcanzado por una de las hélices muriendo en el acto por el fuerte golpe sufrido.
HUIR EN LA VACA
Mayor Martin Parada, jefe de
los golpistas de la FAV en Maracay 
Pero la “Vaca Sagrada” se hizo famosa por los dos escapes para los que fue utilizada en 1.958.  El primero de ellos, en la noche del primero de enero de ese año, una vez fracasada la intentona de golpe en contra del presidente Marcos Pérez Jiménez, varios de los golpistas, que se encontraban en Maracay, entre ellos los mayores Martin Parada, Homero Leal Torres, Edgar Suarez Mier y Terán, Roosvelt Adrianza,  Luis Evencio Carrillo, Nestor Rodríguez, Julio César Castellanos, y Emiliano Peña, capitanes Gustavo Fernández, José Ignacio Leyceaga y Francisco Leon, tenientes Fernando Paredes Bello (llegaría a ser ministro en los setenta), Alberto González, Enio Ramón Ortiz,  Suteniente Pedro Mota Amaya, y los capitanes civiles Milton Inciarte y Rafael Guillot huyeron precipitadamente hacia Barranquilla, Colombia.  Allí en el momento del aterrizaje estuvo a punto de producirse un grave accidente, debido al nerviosismo del piloto Martin Parada, que se evitó por la pericia del copiloto civil de nombre Milton Iciarte, quien pudo aterrizar felizmente el avión.
El "Vaca Sagrada" en el aeropuerto de Barranquilla, custodiado por la policía militar colombiana luego de la huida de los golpistas el 1ero de Enero de 1.958
Luego de las tramitaciones legales de rigor, la “Vaca Sagrada” fue traída de nuevo a Venezuela, pero quedó fuertemente escoltada en un hangar de La Carlota y no en Maracay,  por ordenes superiores.
 Luego de llegar a Barranquilla en "la Vaca Sagrada", recibieron asilo de Colombia Martin Parada, Homero Leal Torres, Edgar Suarez Mier y Terán, Roosvelt Adrianza,  Luis Evencio Carrillo, Nestor Rodríguez, Julio César Castellanos, y Emiliano Peña, capitanes Gustavo Fernández, José Ignacio Leyceaga y Francisco Leon, tenientes Fernando Paredes Bello , Alberto González, Enio Ramón Ortiz,  Suteniente Pedro Mota Amaya, y los capitanes civiles Milton Inciarte y Rafael Guillot 
Mas tarde, se produce el nuevo movimiento golpista del 23 de enero y a primeras horas de la madrugada Pérez Jiménez, ante la negativa de algunos militares de alta graduación de recibirle el poder,  decide abandonar el país.  Según relataba el mayor José Cova Rey, piloto presidencial y ayudante de la Casa Militar, la idea original de Pérez Jiménez era irse en un avión de Aeropostal, pero Llovera Páez lo hizo  desistir de esa idea ante la seguridad de que los golpistas no permitirían que se trasladara ese avión desde Maiquetía hasta La Carlota. Entonces deciden utilizar a “La Vaca”.   La primera dama de la república, doña Flor, y sus niñas se encontraban en la embajada de Paraguay y es trasladada, sin ningún inconveniente,  por el jefe de la Casa Militar, el cnel Alberto Paoli, hasta la Carlota.  Simultáneamente llegaron de Miraflores el presidente, acompañado de sus colaboradores más cercanos Llovera Páez, Fortunato Herrera,  Raul Soulés Baldó, Gutierrez Alfaro y sus familiares, un total de unas veinte personas.   El mayor Cova Rey, quien pilotaría el avión se encontró con que los altos oficiales que habían sido comisionados para  poner en condiciones de vuelo el avión presidencial se habían ido de su puesto. Entonces Cova chequea el avión y se da cuenta de que no tiene suficiente gasolina, por lo que sugiere a MPJ que utilizaran un avión mas pequeño, un DC3, a lo que Pérez se niega ya que tendrían que dejar a la mitad de los acompañantes.  Pérez Jiménez le sugiere a Cova ir en “la Vaca” hasta  Orchila y pedir que les envíen la gasolina que falta para completar el vuelo, a lo que Cova le responde: “Negativo mi general, cuando este avión despegue ud. ya no será presidente.“ Ante la situación se pide una cisterna de combustible a Maiquetía, pero es incendiada por los exaltados en plena autopista.  Más tarde se pide otra cisterna, que puede llegar a La Carlota fuertemente escoltada, hora y media después, ante el desespero de los viajeros.  A las tres y diez minutos de la madrugada todo está listo para salir, pero no hay copiloto, el oficial que debía cumplir esa función, se había ido.  El mecánico que debía acompañar el vuelo, al ser requerido por el mayor Cova que suba en el avión, hace la “señal de costumbre” con los dedos y le dice “Miiii”.negándose a abordar.  Aparece otro maestro técnico Antonio Márquez Bello, que se incorpora a la tripulación.  Finalmente despegan sin luces de balizaje, con la colaboración de algunos vehículos que alumbraron la pista con sus faros.  Con el temor de ser atacados por las baterías antiaéreas del ministerio de la defensa o de los buques alzados frente a Maiquetía, tomaron rumbo Curazao y luego República Dominicana, a donde llegaron sin novedad.   Un mes después el  mismo Cova Rey trajo “La Vaca” de regreso a Venezuela.
Por esa manía que tienen ciertos políticos de abandonar todo lo que tenga que ver con el “gobierno anterior” “La Vaca Sagrada” no volvió a ser utilizada por los presidentes posteriores y arrumada en la Base Aérea Libertador  se fue deteriorando.  Durante los años setenta el Coronel Cova Rey trató de lograr la repotenciación de la nave, pero no hubo interés en recuperar el avión que todavía tenía mucha vida útil, al igual que centenares de otros C-54 que seguían volando por todo el mundo.
Afortunadamente la libreta de vuelo del 7A-T1 “Vaca Sagrada” fue conservada por uno de sus pilotos, el general Rummel Medina,  gracias a quien subsisten los valiosos datos del servicio de esta aeronave histórica, lo que permite reconstruir fehacientemente las peripecias de la nave.
Hoy la “Vaca Sagrada” descansa en el Museo Aeronáutico de Maracay.
El "Vaca Sagrada" en el Museo Aeronáutico de Maracay. (Foto Naudy de Flickr)
FUENTES:
Artículo “HABLA LA VACA SAGRADA” por el coronel (Av.) Luis Hernán Paredes en “ANUARIO AERONAUTICO 84” Nro. 4, Diciembre de 1.984
Revista “BOHEMIA” Nro. 773, enero de 1.978.
http://www.nationalmuseum.af.mil/Visit/Museum-Exhibits/Fact-Sheets/Display/Article/195813/douglas-vc-54c-sacred-cow/

La cocina del "Sacred Cow"

El "Sacred Cow" en pleno vuelo