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martes, 27 de diciembre de 2016

TERESITA CARREÑO: ¿UNA ESPIA VENEZOLANA FRENTE AL PAREDÓN?

El fusilamiento de Mata Hari, acusada de espía.  Su proceso todavía hoy es controvertido.

TERESITA CARREÑO ¿UNA ESPIA VENEZOLANA FRENTE AL PAREDÓN?

Mucho se ha escrito sobre la actividad musical de la famosa pianista, cantante y compositora  venezolana Teresa Carreño, pero hay aspectos de su vida familiar que son muy interesantes, que son desconocidos para la mayoría de  la gente. La vida de la Carreño, para su tiempo (segunda mitad del siglo XIX) era considerada algo inestable y controvertida: a su primera hija, la abandonó en manos de una amiga para poder irse de giras de conciertos, finalmente la amiga  terminó adoptándola; se casó en cuatro oportunidades, se divorció tres veces y dos de sus maridos eran hermanos, cosa que quizás hoy no sea tan llamativa, pero en aquella época causó gran escándalo.  Aparte de eso se vio inmersa en algunos procesos judiciales y quebró económicamente más de una vez y dos de sus hijos fueron encarcelados acusados de ser espías alemanes. 
Teresa Carreño junto a la favorita de sus hijas, Teresita.

 TERESITA
Pero lo que nos lleva a escribir hoy es sobre su hija favorita: Teresita, hija de su segundo matrimonio con  el norteamericano Giovanni Tagliapietra.  Teresita, nacida en 1.882 en Estados Unidos, lleva por nombre Teresa Carreño Tagliapietra, siguiendo la ley norteamericana según la cual el primer apellido es el de la madre y el segundo es el paterno, a diferencia de la ley venezolana que dispone lo contrario, por lo tanto madre e hija llevan el mismo nombre.  Por ser hija de venezolana, Teresita tuvo la nacionalidad venezolana.
Teresita Carreño Tagliapietra.

Teresita fue a vivir junto a su madre a Alemania, en 1.889, donde hace sus primeros estudios y aprende a hablar perfectamente el alemán, mientras su madre tiene sus primeros triunfos de resonancia internacional que la consagran como una concertista de talla internacional.  Allí su madre contrae su tercer matrimonio con el pianista y compositor de nacionalidad alemana Eugen D”Albert.  Mientras que Teresita hace sigue los pasos de su madre como prominente pianista en el exigente ambiente musical de Berlin. Tal es el orgullo que siente Teresa por Teresita que es al único de sus hijos que le dedica una de sus obras: el vals “Mi Teresita”, una de las pocas obras que se conservan grabadas interpretadas por la artista. (https://www.youtube.com/watch?v=W6GuVJDv3w8)
Eugen D Albert, tercer esposo de Teresa y padrastro de Teresita, músico de nacionalidad alemana.

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Teresita comienza a brillar con luz propia y realiza sus primeros conciertos y giras por el continente europeo, pero en 1.914 estalla la primera guerra mundial.  Aun así, no se interrumpe la actividad cultural en Europa y con ciertas limitaciones causadas por la guerra, madre e hija realizan sus propias giras recorriendo por tren o por barco diversos países en conflicto.  Los viajes de las dos extranjeras por Europa causan reiteradamente la suspicacia de los elementos de seguridad de los países en guerra, ya que se sospecha de  espías por todas partes y reina una paranoia del sabotaje y el espionaje por toda Europa. Centenares de personas, especialmente extranjeros son apresados, enjuiciados y fusilados acusados de espías en Europa, especialmente en Francia, que trataba de justificar sus derrotas en el campo de batalla de alguna manera.  Se recuerdan varios casos famosos, como el de la bailarina exótica Mata Hari, el aventurero Bolo Pacha, que tuvo vinculaciones con Román Delgado Chalbaud, y que trató de negociar la deuda de Venezuela con el gobierno del gral. Gómez, entre otros.  Todavía hoy se discute sobre la inocencia de muchos de esos fusilados.
Mata Hari y Bolo Pacha, algunos de los centenares de personas fusilados por los franceses con sospechas de ser espías alemanes.  Muchos posiblemente eran inocentes.

TERESITA AL PAREDÓN.
En agosto de 1.914, en uno de esos viajes el vapor francés en que se traslada Teresita rumbo a Marruecos al hacer escala en Argelia (para la época colonia francesa), el buque galo es atacado por las naves de guerra alemana Goeben y Breslau , que posteriormente bombardean el puerto de Bona (actualmente conocida como Annaba).  En Bona ocurren serios disturbios al rebelarse los árabes contra los franceses y reina el caos.  
La antigua ciudad de Bona, hoy conocida como Annaba en Argelia, donde estuvo presa y a punto de ser fusilada Teresita Carreño.

En ese conflicto, Teresita es vista hablando en alemán con un germano, lo que inmediatamente llama la atención de las autoridades locales quienes apresan y registran a la muchacha, quien en su pasaporte presenta innumerables entradas y salidas de Alemania, asimismo le encuentran gran cantidad de correspondencia remitida desde Alemania y papeles bancarios alemanes lo que la convierte inmediatamente en sospechosa de espionaje.  Teresita es encarcelada, acusada de un delito que conlleva como castigo la pena de muerte: el espionaje a favor de una potencia enemiga. Sus documentos son alemanes y no puede demostrar su nacionalidad norteamericana. En un juicio sumario la Carreño es condenada a muerte.  Tres largos meses pasa Teresita Carreño en el cadalso a la espera del paredón de fusilamiento, mientras que su padre y padrastro, los hermanos Giovanni y Arturo Tagliapietra apelan a la nacionalidad norteamericana de la chica ante las autoridades estadounidenses.  El 14 de diciembre de 1.914 era la hora fijada para la ejecución. Recibió los últimos sacramentos de un sacerdote, pero el día fijado para el fusilamiento, horas antes de enfrentar el paredón, llegó la nota de conmutación de la pena del gobierno francés: finalmente mediante la intervención del cónsul norteamericano en Argel  y del embajador norteamericano en Alemania, Mr. James W. Gerard, se logra que el gobierno francés conmute la pena y ordene la liberación de nuestro personaje, quien es expulsada a Palma de Mallorca, de donde se traslada hasta Barcelona.  Teresita ha quedado con los nervios destrozados, luego de verse a punto de ser ejecutada y la familia la hace tratar con un psiquiatra en Lausanne, Suiza, hasta que se recupera totalmente. Poco tiempo después, todavía durante la guerra (1.917) muere su madre Teresa Carreño.
James W. Gerard, embajador norteamericano en Berlin.  Salvó la vida de Teresita al interceder ante las autoridades francesas y demostrar la nacionalidad norteamericana de la mucchacha. 

  Las vinculaciones de las Carreño con Alemania son indiscutibles: Teresita se educó desde muy joven en ese país y allí había pasado gran parte de su vida, el padrastro durante su niñez fue alemán, los negocios de la familia y las cuentas bancarias eran de bancos alemanes, por lo que es lógico pensar que sus simpatías estuvieran al lado de Alemania.  Ahora bien, el hecho de que hubiera efectivamente servido de fuente de información al gobierno del káiser es algo que permanece en lo oculto de la historia.
Arturo Tagliapietra y su hermano Giovanni, ambos ex esposos de Teresa, diligenciaron ante las autoridades norteamericanas la ayuda para la joven Teresita.

Giovanni Tagliapietra.

Teresita Carreño  Tagliapietra después de tan traumáticos eventos no tuvo mucha figuración pública, se casó con el militar británico Eustace William  de Blois (norteamericano) y habría muerto en Venezuela.  Su hijo fue el músico Antonio (Tony) Eugene Blois Carreño, discípulo del maestro Vicente Emilio Sojo, fallecido prematuramente en un accidente de tránsito en un rally entre Puerto La Cruz y Ciudad Bolívar en 1.957.
El hermano de Teresita, Giovanni, también estuvo preso en Francia, pero fue liberado por falta de pruebas.
Mapa de las operaciones de la flota alemana en el Mediterráneo cuando bombardearon Bona.

El Goeben, uno de los buques que bombardeó Bona, cuando Teresita estaba en la ciudad.

El Breslau, otro de los buques que participó en el bombardeo de Bona.


Para leer más:
Yanes Oscar, “Memorias de Armandito” Editorial Planeta, Caracas, 2007

lunes, 19 de diciembre de 2016

UNA ANECDOTA DEL Dr. MEDARDO MEDINA


UNA ANECDOTA DEL TIO MEDARDO: Sería a finales de los veinte o principios de los treinta, mi tío abuelo el médico valenciano Medardo Medina López venía en su famoso coche de dos hermosos corceles, llamado aquí "quitrín", por alguna avenida de El Paraíso en Caracas, después de visitar a sus pacientes, cuando se acercó una caravana de vehículos oficiales a gran velocidad, a la que reconoció como la caravana del dictador Juan Vicente Gómez. Un motorizado militar le hizo detenerse para que pasara la comitiva, la cual, luego de rebasarlo, repentinamente se detuvo a unos cincuenta metros. De uno de los lujosos automóviles se bajó apresuradamente un militar que corrió al encuentro de Medardo. El uniformado cortesmente le dijo: Buenos días señor, mi general Gómez manda a preguntarle cuánto pide por los caballos y si los está vendiendo. Medardo, entre incómodo y preocupado le respondió al soldado: -Dígale al general que para mí, mis caballos son como mi familia, los quiero como si fueran mis hijos y no están en venta. El escolta corrió nuevamente al carro presidencial con la respuesta mientras mi tío pensaba en su hermano preso y en sus tíos y primos en el exilio, todos enemigos jurados del régimen. Al trote regresó el soldado nuevamente y le dijo: -Manda a decirle mi general Gómez que lo felicita, que alguien que quiera tanto a sus animales merece tenerlos siempre consigo. Que tenga buenos días. Siguió su rumbo la caravana y Medardo, tranquilo, para su consultorio.
El Dr. Medardo Medina López en su quitrin con sus dos hermosos corceles.  Posiblemente la toma sea en El Paraiso.

sábado, 17 de diciembre de 2016

INDIANA JONES EN BUSCA DE LA RUTA DE SIMON BOLIVAR.

Hiram Bingham y su réplica de Holliwood, Indiana Jones.

INDIANA JONES EN BUSCA DE LA RUTA DE SIMON BOLIVAR.
Por Luis Heraclio Medina C.
Noviembre de 2016
La imagen de un gringo de sombrero de fieltro,  revólver al cinto y un chaquetón arrugado protagonizando exploraciones y aventuras en tierras exóticas recuerda a todo el mundo a Harrison Ford en su personaje ficticio de “INDIANA JONES”, pero pocos saben que Indiana Jones fue inspirado en un personaje de la vida real, el explorador norteamericano Hiram Bingham, el re-descubridor y divulgador de las famosas ruinas perdidas de Machu Pichu.  Pero todavía son menos los que sabe Bingham, el Indiana Jones de la vida real inició su extraordinaria carrera de exploraciones y descubrimientos nada menos que en la llanura de Carabobo, en nuestra Venezuela, para finalizar en la exploración de Machu Pichu que lo hizo famoso mundialmente.


EL INDIANA JONES DE LA VIDA REAL
Esta semana se celebra el nacimiento de Bingham, nacido el 19 de noviembre de 1.875; quien al igual que el personaje del cine, el verdadero Hiram Bingham, era un extraordinario sujeto que llevaba una doble vida: por una parte era un distinguido catedrático de las universidades de  Yale, Princeton  y Harvard, profesor de historia de Latinoamérica, pero también era explorador y aventurero.  A todas estas actividades hay que sumarle las de fotógrafo, militar, aviador, héroe de guerra,  político, senador, escritor, y admirador de Bolívar y Páez,  entre otras cosas.


EL INICIO DE LAS AVENTURAS DE HIRAM BINGHAM
En su carácter de historiador de la América del Latina, Bingham se sintió cautivado por las proezas militares de Simón Bolívar, cuyas campañas estuvo estudiando por ocho años en las universidades norteamericanas, pero sostenía que no se habían encontrado ni mapas de los lugares de las batallas ni recuentos fidedignos de estas acciones. Su interés lo llevó a organizar un primer viaje a Suramérica,  a Venezuela y Colombia en el año de 1.906 para poder conocer in situ los lugares donde se habían desarrollado las marchas y batallas de Bolívar.  Llega a escribir:
“He llegado a la conclusión de que si yo deseo comprender este período de la historia de Suramérica es necesario para mi tomar una expedición que debe tener por objeto un estudio, no solamente el país donde Bolivar peleó y vivió y visitar las escenas de las batallas de Carabobo y Boyacá, sino también hacer una exploración de la ruta de estas campañas”
  De esta primera expedición ha dejado un maravilloso testimonio escrito, denominado “Diario de una Expedición a través de Venezuela y Colombia 1.906- 1.907 – Una exploración de la ruta de Bolívar realizada en Marzo de 1.819 y los Campos de Batalla de Boyacá y Carabobo” (The Journal of an Expedition Across Venezuela and Colombia 1906-1907 AN  XPLORATION OF THE ROUTE OF BOLIVAR'S CELEBRATED MARCH OF 1819 AND OF THE BATTLE-FIELDS OF BOYACA AND CARABOBO)  en el cual en un lenguaje sumamente ameno nos lleva casi de la mano a recorrer la Venezuela de hace más de cien años, muy parecida a la que vio la guerra de independencia, completamente atrasada, sin casi vías de comunicación y con grandes extensiones de terreno casi vírgenes. Con un estilo a veces periodístico, a veces científico describe cuidadosamente lugares, personas, animales, costumbres y paisajes, haciendo apreciaciones de historia, geografía, etnología, naturalismo, etc.  Compara lo que ve con lo que ha conocido en otros lugares, critica lo que no le gusta y elogia lo que considera valioso.  También nos deja un importante registro fotográfico, con un enorme número de fotos en el libro, alogo inusual para la época. Más de cien fotos ilustran la obra.


LA EXPEDICIÓN
Bingam llega a La Guaira en tiempos de Cipriano Castro, un 4 de diciembre de 1.906, algo enfermo con un dengue contraído en Puerto Rico, su escala luego de salir de NY. Empieza describiendo el bonito trayecto en tren desde el puerto hasta la capital.  Pasa un mes en Caracas, donde se incorpora a la expedición el Dr. Hamilton Rice,  otro explorador y aventurero perteneciente a la Royal Geografic Society.  Durante su estadía en la capital contacta a diplomáticos extranjeros y a políticos y científicos e historiadores venezolanos.  Ninguno de los extranjeros ha llegado más allá de Valencia, y le sugieren desistir de la aventura, ya que Venezuela adentro es un territorio primitivo, inundado en invierno y sin vías de comunicación. Las personalidades venezolanas le informan que debido al reciente invierno que ha sido muy fuerte debe haber todavía lugares inaccesibles  Inquiere a los historiadores criollos sobre sus exploraciones en los campos de batalla y queda estupefacto al recibir la respuesta: “No nos ha hecho falta conocer los terrenos de los eventos porque hemos leído todos los libros sobre el tema.”

Centenares de fotos ilustran el libro de Bingham, como esta, una de las primeras a su llegada a Caracas.


En Caracas se hospeda en la embajada norteamericana, una espaciosa casa del gral Matos, de quien dice gastó dos millones de dólares en el financiamiento de la revolución fracasada contra Castro.  
Lo primero que le impresiona es que debido a una disputa del gobierno con la compañía del cable, es imposible enviar o recibir mensajes de cable desde Venezuela al exterior, las noticias del mundo llegan con hasta una semana de atraso  provenientes de las Antillas holandesas.
Se entera de que ese año las el invierno ha sido muy fuerte en los llanos y es casi imposible viajar, a menos que sea por vía fluvial.  Sus planes originales de conocer Achaguas se frustran por las inundaciones y decide ir al Apure, luego de pasar por Valencia y Campo de Carabobo.



Cuenta cómo ve Caracas, dice que rara vez hay algún desorden, que hay muchos policías bien uniformados de azul y armados de carabinas, que le recuerdan a los gendarmes de Paris.  Ve soldados de caqui barato confinados en muchos cuarteles.  Se queja de la gran cantidad de vendedores de loterías y mendigos y enfermos en las calles caraqueñas, en las que nota una mezcla de estilos francés y español. Comenta sobre las pequeñas pulperías, sastrerías, barberías y boticas. Su gran número le hace recordar las ciudades de el Sur de Europa. Señala que el bolívar vale unos veinte centavos de $. Los carruajes  también se le parecen a los franceses y nos cuenta de las tarifas de los carros de alquiler.  Observa que todos andan despacio en las calles, a excepción de los choferes de alquiler.  Es común que los caballeros anden de bastón.  Observa mucho vagos en la Plaza, dice que no hay casi indios, muchos mestizos, algunos rasgos franceses y alemanes, ve pocos rasgos completamente españoles y ningún anglosajón.
Apreciaciones de tipo etnográfico también hace el explorador en su libro.
  Todas las casas le parecen iguales (las viejas casas coloniales) , se queja de lo estrecho de calles y aceras y de lo atravesado de los postes de teléfono que no permiten caminar . Dice que el Sur de Caracas es atravesado por un “atractivo río”  y que hay un bonito nuevo suburbio con  modernas calles y puentes llamado “El Paraiso”  donde Castro y sus amigos han construido maravillosas mansiones.  Allí no recuerda haber visto mas bellos colores: el azul intenso del cielo, el lijero azul de las distantes montañas con sus verdes sombras y jardines, los techos rojos y las calles negras hacen una hermosa combinación.

Villa Zoila, la mansión del presidente Castro, a la época del viaje de Bingham, fotografiada por el mismo explorador.

Hace un recorrido por los tradicionales lugares de interés de la capital: capitolio, universidad, las Acedemias, y se queja amargamente del pobre estado del museo de Ciencias Naturales: “Uno siente que el museo no es muy querido por las autoridades”, en cambio, queda maravillado por la Biblioteca Nacional.


En una reunión con diplomáticos extranjero sólo escucha  sobre la enfermedad de Castro, Algunos dicen que su vida está en peligro.
Visita el hospital Vargas y observa modernos métodos aunque  se sorprende de que los médicos no usen guantes de goma, encuentra un buen laboratorio de bacteriología muy bien dotado y atendido por un joven médico.
Asiste a los toros, al juego de lotería, que en su criterio atenta contra el trabajo, a un concierto decepcionante  y al Club Concordia y La India, los mejores de Caracas. Las mujeres de Caracas le parecen muy apagadas, dice que no salen de sus casas y que se limitan a hablar con sus vecinos desde sus ventanas.
Encuentra una excelente colección de historia natural en manos de los hermanos capuchinos, mucho mejor conservada y organizada que la de el Museo.
Disfrutó de las celebraciones de navidad y año nuevo, dejando pormenorizada relación de nuestras costumbres y usos.

La plaza Bolívar, para año nuevo, captada por el lente de Bingham.

VALENCIA
Antes partir, sus amigos le hacen ver su temor por lo incierto de su viaje, le dicen que temen que no logre llegar y estar temerosos de su destino.  Ninguno de los extranjeros con quienes ha tratado jamás han llegado llano adentro.  Relata sobre su equipo; teodolitos, prismáticos, compases, sextante, cocina de campaña, linternas, sillas de montar, mecates, hamacas, tiendas de campaña, mantas, raciones de emergencia como café, chocolate, azúcar, sal, equipos quirugicos, un winchester y un máuser, dos escopetas, tres revólveres y abundante munición, unos pocos mapas y la ropa necesaria etc.
Sale el tren alemán de Caracas el 3 de enero a las 8am, se queja de que le obligan a pagar exageradamente un sobrepeso que no es tal.  Protesta por lo que considera un ultraje: 65 dolares de Caracas a Valencia.  Describe el viaje por cañaverales y un bello valle densamente cubierto por un follaje tropical alternado con diversas plantaciones y montañas de lado y lado.  Cuenta hasta noventa túneles, ninguno muy largo. Luego, el Lago de Valencia con un solitario vapor, una parada abrupta del tren por un sujeto dormido en el medio de los rieles y por fin llegan a Valencia.

El monolito valenciano, foto Hiram Bingham 1.906

Valencia se le parece a Caracas, la misma clase de carruajes, algo más viejos y descuidados, las calles menos limpias,  y las casas más pobres. Le gustan la Catedral y la Plaza. Conoce al padre Voghera, quien le ha acompañado en el tren, es el director de  Colegio Salesiano, donde estudian 90 muchachos y trece internos, el instituto cuenta con teatro e imprenta. Presenta su carta de recomendación al Presidente del Estado, pero este parece sentirse algo incómodo y lo remite al gobernador de distrito.

Panorámica de Valencia, se observan el Teatro Municipal, la Cárcel y el Cuartel  foto Hiram Bingham 1.906


Para el 8 de enero compra las 5  mulas necesarias luego de galopar con ellas en el centro de la ciudad para verificar su condición. Dice que la gente es amable. Conoce a Don Carlos Stelling, cuyo abuelo materno luchó en Carabobo. En Caracas y Valencia aceptan billetes de banco, pero para llano adentro tiene que llevar plata u oro, le han advertido.  Las monedas de oro (onzas) son españolas del s. XVIII y mexicanas, peruanas y colombianas.   Las de plata son venezolanas.
En Valencia se hospeda en un hotel de un italiano que había viajado por Magadascar, Australia, China y California, que tiene habitaciones descuidadas, pero comida excelente.  No dice el nombre ni del italiano ni de su hotel.  Compran una carreta fuerte y contratan a un cochero,  Rafael Rivas, recomendado por Stelling, quien ha viajado hasta Barinas y está dispuesto a viajar hasta el Arauca. Mientras termina de apertrecharse explora la ciudad y se monta en el campanario de la Catedral, desde donde logra varias de las primeras fotografías desde una altura de la ciudad.


Desde la torre de la catedral valenciana  foto Hiram Bingham 1.906

El 10 de enero están listos a las seis de la mañana para partir, pero el cochero no aparece hasta las once porque había ido a despedirse de toda su familia. A lo largo de todo el libro se queja de la impuntualidad de los venezolanos, que nunca salen temprano.  Luego de horas de camino, hacen parada en una agradable posada a las afueras de TocuyitoSe instalan finalmente en su primer objetivo; lo que suponen es el sitio de la batalla de Carabobo, señalado por un hito colocado por el gobierno de Castro,  encuentran a un tuerto vagabundo , “el bohemio Bernardo” Recorren colinas y valles, Bernardo los lleva hasta la colina de Bellavista (Buenavista)  Bingham  tiene especial interés en encontrar la pica por donde la Legión Británica pudo alcanzar el valle para dar batalla a los realistas.

Campo de Carabobo, el lugar de la batalla  foto Hiram Bingham 1.906

En Carabobo permanece varios días explorando y alternando con caballeros cazadores que vienen desde Valencia a cazar venados.  En sus exploraciones por el Campo inmoortal conoce simpáticos ancianos, casi centenarios que tratan de engañarlo alegando que vivieron los tiempos de la batalla.
Allí conoce a Don Alfredo Pietri, quien lo lleva a los lugares por donde posiblemente incursionó la Legión Británica para llegar a enfrentar a las tropas españolas y en el recorrido encuentran antiguas armas de la guerra. 
Comenta con ironía que un historiador venezolano le ha comentado que considera una pérdida de tiempo el recorrer el campo de batalla y que él ha escrito mucho sobre la misma, pero que jamás ha ido a Carabobo.
LLANO ADENTRO
El 21 abandona el Campo de Carabobo, siguiendo la ruta del río Chirgua, llegan a Tinaquillo, Guamita, rio Tamanaco, Macapó.  Describe el clima, las gentes, la topografía, las aves, peces, ríos y cascadas con una sencillez y claridad que parece que estuvieramos acompañándolo en la expedición.
Encuentra a Tinaco, la encrucijada a los llanos centrales y occidentales, bien dotado con un hotel, varias tiendas y posadas.  Se sorprende del número de iguanas y dice que es el animal más rápido que haya visto.

Ruinas de San Carlos, foto Hiram Bingham 1.906

Se duele del estado de Sn Carlos, antes una floreciente ciudad, ahora arruinada por terremotos, guerras y plagas.  Dice que en toda América no hay ruinas tan pintorescas; se maravilla de los frescos y relieves que encuentra en las paredes de algunas lujosas casas arruinadas, así como sus pisos de mosaicos, que le recuerdan a Roma y Pompeya.
Observa las prácticas de los llaneros y se impresiona con las quemas provocadas y con los caminos de bachacos (hormigas).
Guanare  foto Hiram Bingham 1.906


A fines de mes abandonan Guanare por el río, que los maravilla con sus enormes manadas de garzas, y continúan la ruta hacia Barinas siguiendo el cableado del telégrafo. Describe nuevas especies de aves, peces, reptiles y monos
Luego, las ruinas de Tucupido, el camino a Barinas por Bocono era infranqueable para el carro, y que deben Ir por Sabaneta, cruzar el río Bocono diez millas más abajo, la selva alrededor del río y para llegar hasta Sabaneta donde pernoctan en la posada, el punto intermedio entre Guanare y Barinas.Una ruda ruta por la selva, muy difícil para la carreta,  Hace cuidadosas observaciones sobre los hormigueros y los caminos de hormigas, que junto con moscas, abejas y toda clase de insectos les hacían la vida imposible.  Luego Barrancas. Barinas.  Conoce la  historia del marqués que apoyó a los realistas y su famoso palacio “La Marqueseña” 

La Marqueseña  foto Hiram Bingham 1.906


Estima que la población de esos lugares,que han perdido su riqueza y grandeza debió ser diez veces más de lo que es ahora.  Nota patios para bolas criollas en casi cada pulpería.  
  Observa la elemental producción de la zona: cerdos, plátanos, café, papelón y cueros. El 4 de febrero con un guía contratado, sale de Barinas donde finalizaba la línea de telégrafo, rumbo a Guasdualito, sorteando dificultades por lo inhóspito de el paisaje lleno de  pantanos, ríos infranqueables y selvas impenetrables. Rio Paguei. Pueblos de nombres casi olvidados como Totomal o San Silvestre, Suripa, La Calzada, Grateral, La Tigra. Se entusiasma al recorrer los lugares por donde Páez bregó las batallas de la independencia.  Habla de un lugar conocido como “El Templo de la Independencia” donde supuestamente Páez organizó a los bravos de Apure y vivió por 3 años.  Describe las jornadas de los llaneros cruzando los ríos infestados de caimanes con centenares de cabezas de ganado.





Siguen la ruta hacia el Arauca por caminos de ganado, no hay ningún tipo de carreteras, cazan iguanas y armadillos, lapas, venados, observan espejismos en la llanura infinita, critica la pereza del llanero: comen mal, tienen maíz pero no lo muelen para hacer arepas y prefieren darlo a los animales.  Muchas vacas lecheras, pero poco ordeño.   Llegan a Las Queseras del Medio, el Amparo, un Guasdualito completamente arruinado, en algunas partes la gente sale corriendo despavorida al verlos armados, pensando que se trata de una revolución o de bandoleros. El 10 de Febrero llegaron a la población de Arauca, en Colombia, para proseguir la ruta de el Libertador hasta Pantano de Vargas y Boyacá, pero sus expedición por los llanos de Colombia será otra historia.   Luego vendrán otras expediciones por Suramérica hasta finalizar con su sensacional redescubrimiento y divulgación  de las ruinas peruanas de Machupichu.

EL MOCHO HERNÁNDEZ Y LA REVOLUCION DE QUEIPA

El Gral Jose Manuel Hernández "El Mocho" en su escritorio en Nueva York, en tiempos de exilio.

EL MOCHO HERNÁNDEZ Y LA REVOLUCION DE QUEIPA
Por Luis Heraclio Medina C:
Septiembre de 2016
En estos días se conmemoran varias efemérides importantes para la historia contemporánea de Venezuela: la primera, de 1897, el primero de septiembre, el gran fraude electoral perpetrado por el presidente general Joaquín Crespo para imponer a su candidato Ignacio Andrade sobre el candidato ganador de las elecciones, el general José Manuel (el Mocho) Hernández y la segunda, de 1925, el 25 de agosto, la fecha de la muerte de ese líder popular nacionalista ocurrida en  su exilio de Nueva York .
¿Quién ERA EL MOCHO HERNANDEZ?
José Manuel Hernández, nació en la parroquia de San Juan, en Caracas, hijo de un carpintero canario, desde muy joven sintió inquietudes políticas. Se inició en sus luchas por la libertad en contra del déspota Antonio Guzmán Blanco, a los 17 años y es herido de un balazo en el combate de “Los Lirios” (Paracotos) , en agosto pero de 1870, donde cae mal herido.  Una vez en el piso un soldado enemigo le cae a machetazos para rematarlo y lo hiere en el cuello y en el brazo derecho, pero afortunadamente se salva aunque la extremidad derecha le quedó inutilizada, de allí viene el sobrenombre de “EL MOCHO” con el que se le conocerá toda la vida.
La modesta casa de el general Hernández en Santa Rosalía, Caracas.
 Tempranamente esempeñó diversas actividades políticas, militares y administrativas, ganando el reconocimiento de la ciudadanía por su honestidad y pulcritud en el manejo de los fondos públicos. Es recordado especialmente por oponerse a contratos leoninos de extranjeros que desfavorecían a la población de Guayana en materia de acueductos.  Siempre se opuso a las ideas continuistas de los gobernantes, lo que le causaron varias prisiones. 
EL GENERAL CANDIDATO DEMOCRÁTICO EN CAMPAÑA
En 1.895 viaja a los EE. UU. a enfrentar un juicio en su contra promovido por un yanky que perdió su jugoso contrato leonino en Guayana, este hecho aumentó su fama de patriota y hombre honrado.  En el Norte conoce y aprende de las prácticas demócratas y las campañas electorales libres que se hacían en ese país y regresa con nuevas ideas democráticas y afianzando sus principios cívicos. En 1897 ya en Venezuela se incorpora al recién creado PARTIDO NACIONALISTA VENEZOLANO (primer movimiento político que utiliza la denominación de “nacionalista”) y es nominado candidato presidencial de dicho partido.  Es en ese momento cuando deja de ser un caudillo más y se convierte en el primer líder (democrático en el sentido moderno de la expresión) que lleva a cabo en nuestro país una manera moderna de hacer la política:  Inicia su campaña electoral en Abril de 1897 con  una serie de giras electorales cada vez más extensas y con más éxito a todo lo largo y ancho de la república, venciendo la falta de hábitos electorales y el sabotaje de las autoridades locales.  Era la primera vez que la gente veía una campaña electoral propiamente dicha, con discursos, volantes, comités locales, propaganda y todas las actividades normales de una campaña electoral democrática.  Utiliza profusamente la prensa, llega a tener hasta 35 periódicos apoyándolo.  Debemos recordar que hablamos de algo sucedido hace CIENTO VEINTE AÑOS, cuando todas esas cosas eran completamente extrañas a nuestra sociedad. Organizó comandos de campaña y juntas electorales. Sus discursos encendidos entusiasman a hombres, mujeres y hasta a los niños de todas las clases sociales que acuden a verlo.   Los estudiantes son sus primeros partidarios. En ferrocarril, en vapor,  a caballo o a lomo de mula recorre Valencia, Puerto Cabello, Barquisimeto, Acarigua, Tinaquillo, Las Trincheras, los Valles de Aragua, La Guaira, Macuto, Maiquetía.  En Maracaibo su recibimiento fue apoteósico, pese a que el gobierno ocupó militarmente la ciudad como si se esperara una guerra.  Luego recorrió Trujillo, Barinas, Apure y Ciudad Bolívar, donde fue recibido por centenares de personas en el muelle.  Su actitud despertaba fé y entusiasmo por la franca actitud, firmeza y energía que revelaba. De  allí al Guárico, luego repasa Valencia, Aragua, Calabozo, Ortiz, Villa de Cura y nuevamente Valencia, para finalmente regresar a Caracas el 30 de Agosto.  Todos lo daban por ganador de las elecciones. Ante las advertencias de algunos, criticaba a sus copartidarios que le insinuaban la conveniencia de prepararse para la guerra, señalando que él creía en la palabra del presidente Crespo quien aseguraba que respetaría los resultados electorales.  Crespo por una parte toleraba hasta cierto punto las actividades de la oposición, aceptaba la libertad de prensa, pero sus autoridades locales hacían cuanto podían en contra de los nacionalistas.  
Los candidatos a las elecciones de 1.897

EL FRAUDE ELECTORAL
Llega el 1ero de septiembre, día de las elecciones. Y todas las plazas (eran los lugares de votación en esos tiempos) amanecen tomadas por los comisarios de los campos y los jefes civiles con centenares de hombres armados de machetes, muchos de ellos en estado de ebriedad. Se le impide a los ciudadanos ejercer su derecho al voto.  Al mismo “Mocho” no se le permite votar en la plaza de La Candelaria.   La coacción del libre sufragio fue general en todo el territorio de Venezuela. Cualquier protesta de ciudadanos desarmados fue inútil ante los macheteros del gobierno.  El Mocho y sus partidarios recabaron las pruebas que pudieron para apelar ante los tribunales de justicia pero fueron llevados presos en octubre.  Cuatro meses después se dieron los RESULTADOS OFICIALES, toda una burla:  El candidato del gobierno de Crespo: Ignacio Andrade había “obtenido” cerca del noventa por ciento de los votos.  Andrade, el hombre de confianza impuesto por el presidente Crespo, casi un títere, era un hombre sin mayores méritos, mas bien de un desempeño mediocre, que reiteradamente era acusado de colombiano, por lo que no podía aspirar a presidente de Venezuela, pero las autoridades se hacían de oídos sordos ante esta denuncia. 
El Gral José Manuel Hernández "El Mocho" en uniforme militar.

EL ESCAPE A VALENCIA   DENTRO DE UN CAJÓN.
Crespo (quien por cierto, también cumple años en el mes de Agosto, el 22), que quería que en el momento del traspaso del poder estuvieran las cárceles vacías, ordena la libertad de todos los presos políticos, incluyendo al “Mocho”  el 20 de febrero de 1898.  Hernández se recluye en su modesta casita de Santa Rosalía,  en Caracas, estrictamente vigilado por  un grupo de policías y espías apostados en las inmediaciones las 24 horas del día.  Estuvo meditando unos días sobre su futuro ¿volver a participar en una contienda electoral dentro e 4 años? Era inútil ante el talante antidemocrático de Crespo.  El “Mocho” entonces decide tomar las armas. Se prepara un cuidadoso plan para escapar de Caracas.  Hernández se finge enfermo el 23 de febrero; sólo se le permite ser visto por su médico de confianza, una tarde llega a visitarlo en un coche de alquiler, un copartidario, con lentes oscuros, espesa barba, levita y sombrero de pumpá, acompañado de dos ancianas. Al poco rato salen las dos viejitas  con un hombre de levita, lentes oscuros y barba, pero no es el que había venido, sino “El Mocho” perfectamente disfrazado. El choche los lleva a otra casa, donde hacen trasbordo a otro coche que los lleva a otra dirección y luego a otra casa más. Nadie los ha seguido.  Allí firma una serie de correspondencias a su gente anunciando su alzamiento.  Luego, ya en la madrugada es llevado a casa del conductor del ferrocarril, otro partidario nacionalista, quien lleva al general hasta la estación del tren de Palo Grande, solitaria a esa hora, donde lo esconden en el vagón de equipajes, dentro de una gran caja de madera.  A las 7 de la mañana, después de ser inspeccionado el tren por la policía y encontrarlo sin novedad, sale hacia Valencia.  En el camino, pasan frente a la residencia del General Crespo, que tranquilamente descansaba, sin imaginar que el hombre que sellaría su destino pasaba a pocos metros de él.  A las 3 pm, el tren llegó a Valencia, pero no es hasta las 8 cuando Hernández pudo abandonar el vagón de equipajes, saliendo inmediatamente para la hacienda Queipa, propiedad de Evaristo Lima,  en las afueras de nuestra ciudad, cercana a la sierra de Carabobo. Mientras tanto varios comisionados de “el Mocho” salían hacia Guárico, Apure, Falcón, Lara, la sierra de Carabobo y Puerto Cabello. Valencia fue elegida por el general Hernández para iniciar su revolución  por la gran cantidad de partidarios que tenía en la zona, muchos de ellos hacendados con gran cantidad de personal y caballería a su disposición,  en el mero centro del país, de donde pensaba podía dirigir operaciones en toda la republica. 
Aunque la casa de "El Mocho" estaba estrechamente vigilada, el general pudo escapara disfrazado.

LA PROCLAMA DE QUEIPA
 Innumerables hombres reconocidos especialmente en  Carabobo y Cojedes estaban entre los primeros conspiradores; se recuerdan nombres como Ortega, Lima, Barreto, López, Tirado, Conde, Loreto y tantos otros hombres de trabajo y de pelea que sería imposible nombrar.  El Mocho se declara en pié de guerra con sólo 45 hombres mal armados. Se envían postas a toda la sierra y los llanos cercanos.  Espontáneamente los caudillos locales se ponen bajo las órdenes del general Hernández, unos con 50 hombres, otros con 80, cien, doscientos.  Viejos fusiles, machetes y hasta lanzas componen el heterogéneo y escaso armamento del entusiasta ejército revolucionario.  El 2 de marzo se publica la “PROCLAMA DE QUEIPA”, que Salvador Lima hace imprimir en Valencia y se envía a toda la república. Entre otras cosas dice: “El país que ha dado tantos hijos ilustres a la tierra americana no puede consentir en caer bajo la férula del extranjero, afiliado al partido de los despotismos tradicionales de Venezuela.  Sería una ignominia” (recuérdese que Ignacio Andrade, el presidente fraudulento era acusado de colombiano).  Y más adelante:  “El gobierno de Crespo…ha comprometido las rentas futuras del país, esquilmando el tesoro con escandalosas exacciones; ha recrudecido la miseria de las clases laboriosas; creado la holgazanería por la avaricia de instintos mercantiles y prácticas torcidas, que desenvuelve y realiza por medio del contrabando” …“Juventud¡ La pasividad y la indolencia son los grandes cómplices de los graves males que afligen a la Patria.  “
LA GUERRA Y LA MUERTE DE CRESPO
Sitio de "La Mata Carmelera" donde un balazo acabó la vida del general Joaquín Crespo.
La guerra fue corta pero intensa. Se combatió casi todos los días, especialmente en los estados centrales del país, pero el ejército nacional era muy superior y muy bien equipado y fue venciendo poco a poco a los valerosos insurgentes.  Los dos generales estaban al frente de sus ejércitos, el Mocho frente a los alzados y el general Joaquín Crespo, ahora expresidente, pero jefe de el ejército y quien mandaba el país en realidad. El 15 de Abril de 1898 en un hato del estado Cojedes conocido como El Carmelero, se registró un primer combate en el que resultaron vencedores los nacionalistas comandados por Hernández y derrotados los liberales comandados por un coronel de apellido Maduro.  Al día siguiente, esto es el 16 de abril, desde tempranas horas de la mañana se escuchaban disparos de las tropas de los dos ejércitos. El general Crespo desde su mula, llamada “Gragea”  observaba el campo y las posiciones enemigas y organizaba sus tropas para el ataque.  En lo alto de los árboles de las “matas” o bosquecillos del terreno el general nacionalista Luis Loreto  han ubicado “cazadores”, que sería lo que hoy llamamos francotiradores, esperando el ataque de las tropas del gobierno.   El  general en jefe Joaquín Crespo luce un gran sombrero blanco, de Panamá, y una especie de ruana o manta blanca también. Es un hombre alto y fornido.  Muy valiente que no se amilana con el fuego de fusilería que se escucha a lo lejos. Ordena que le ensillen su brioso corcel llamado “Gato Andaluz”.  La blanca manta ondea como una bandera.   A lo lejos, uno de los “cazadores” nacionalistas, montado en lo alto de un samán divisa al hombre de la manta blanca en su brioso corcel.  No sabe quién será su blanco, pero debe ser un jefe por lo impresionante de su caballo y lo vistoso de sus ropas, se dice a sí mismo.  Apunta el Winchester, contiene la respiración y aprieta el gatillo en el preciso instante en que el hombre de la manta blanca se monta en su caballo. El enorme proyectil de calibre 44 impacta de lleno en  el pecho del general en jefe Joaquín Crespo, ultimo gran jefe liberal amarillo, lo bandea y sale por la espalda, a la altura del omoplato.  Crespo muere instantáneamente. 
El General Joaquín Crespo.  Su voluminosa figura hacía blanco fácil para cualquier tirador.

EL MOCHO DESPUES DE QUEIPA
Luego de algunos combates, la revolución es definitivamente derrotada, finalmente el general José Manuel Hernández cae preso y es encarcelado  en La Rotunda.  Pero muerto Crespo, el gobierno títere de Andrade queda sin titiritero.  Los generales no respetan al presidente y no hay una autoridad real a la que todos obedezcan. En 1899 parte desde Los Andes un movimiento que pretende “restaurar” el orden legal violentado por Crespo y Andrade, de allí que se le denomina “revolución restauradora”, liderado por Cipriano Castro, que prácticamente en 5 meses derrota el anárquico ejército de Andrade, toma el poder y otorga la libertad a “El Mocho”, A quien le encarga el Ministerio de Fomento, pero al poco tiempo, Hernández le presenta la renuncia y al percibir el carácter autoritario del nuevo gobierno,  se alza nuevamente en armas junto con  sus nacionalistas, siendo nuevamente vencido y capturado en 1900 junto a nuestro tiobisabuelo Eudoro López, en las inmediaciones de Churuguara.  En 1903 es liberado por Castro con ocasión del bloqueo anglo-alemán y en una muestra de patriotismo se aparta de las conspiraciones y brevemente  se incorpora a una eventual defensa del territorio nacional.  Mas tarde es enviado por Castro a Washington como ministro plenipotenciario, pero vuelve a renunciar por no estar de acuerdo con las políticas de Castro.  A la caída de Castro regresa al país y el aparentemente bonachón Gómez de los primeros tiempos lo designa miembro del Consejo de Gobierno, pero nuevamente fiel a sus principios Hernández renuncia y se enfrenta al nuevo tirano , por lo que tiene que ir al exilio donde tiene una vida de humildad, trabajando de carpíntero y repartidor de pan hasta que  lo encuentra la muerte.  El general Hernández, en todo momento permaneció fiel a sus principios cívicos y a su ética.  Pudo permanecer cómodo, bien en el país o en el extranjero en los múltiples cargos que le eran ofrecidos por los mandantes de turno, pero siempre prefirió la digna pobreza consecuente con su visión política, antes que vender sus principios a los tiranos.  Distintas oportunidades tuvo “El Mocho” para dejar de un lado la aventura peligrosa de sus sueños y sentarse a disfrutar del sustancioso banquete de la política, pudo vivir cómodamente por un tiempo en el círculo cortesano de Castro o Gómez.  Pero más pudo su ética y prefirió el propio sacrificio, la lucha franca contra los dictadores y el ostracismo en el extranjero. Muchos dicen que “El Mocho” fue un verdadero “Don Quijote” venezolano de los tiempos modernos.  En estos tiempos debe ser una referencia ética para todos los venezolanos.

LA BATALLA DE GUAMA, MATÍAS SALAZAR, GUZMAN Y LA IGLESIA.


LA BATALLA DE GUAMA, MATÍAS SALAZAR, GUZMAN Y LA IGLESIA.
Por Luis Heraclio Medina C.
Esto dijo Salazar
Cuando estaba en el banquillo:
¡Como me mata Guzmán
Siendo yo tan amarillo¡
(copla llanera)

Pocas personas recuerdan que recientemente se cumple un aniversario más de la batalla de Guama, combate ocurrido el 21 de Septiembre de 1.870 entre las fuerzas de la revolución liberal de Guzmán Blanco, comandadas por el general Matías Salazar y las tropas conservadoras. Este combate, en el cual se consolidó el régimen de Guzmán Blanco, una dictadura que duró casi 22 años, bien directamente o por presidentes títeres, y que transformó radicalmente a Venezuela, tuvo consecuencias que se sienten todavía hoy en día.   Es interesante como se van conectando los hechos históricos, uno tras otro, para desencadenar resultados que conocemos sin saber cuáles han sido sus orígenes.
A todos nos son familiares los principales edificios sede de los poderes públicos, tales como los Capitolios (Caracas y Valencia), el Palacio Federal, el Teatro Nacional, o el Palacio de las Academias,  expropiados por Guzmán Blanco a la Iglesia, bien los edificios o los terrenos donde se encuentran construidos.  Pues bien, el origen de estos edificios públicos  está en la batalla de Guama.
Guzmán Blanco

Para Abril de 1870 Antonio Guzmán Blanco había tomado el poder con su “revolución liberal”, tras el combate conocido como la “Batalla de Caracas” en la cual, uno de sus oficiales,  el general Matías Salazar, un  audaz caudillo cojedeño con profundas vinculaciones en Carabobo tuvo una decisiva participación, batiendo a las fuerzas del gobierno en “El Calvario” y consolidando la toma de Caracas.    Pero pese a que Guzmán había tomado la capital, todavía por todo el país existían brotes de resistencia de los conservadores.  El general Matías Salazar era el jefe de las tropas del gobierno en la región central del país y estaba operando ahora contra las guerrillas en Cojedes y Carabobo y la zona centro-occidental.  El 11 de julio se reúne en Valencia un Congreso de Plenipotenciarios, presidido por Antonio Leocadio Guzmán, Designa presidente provisional a Guzmán Blanco y segundo designado (vicepresidente) y segundo jefe del ejército al intrépido general Matías Salazar.
 
  El valeroso general cojedeño Matías Salazar, (El Pao 1.828-Taguanes 1.872), vencedor de los combates de Caracas y Guama en 1.870 que consolidaron la revolución liberal de Guzmán Blanco.  Presidente del Estado Carabobo y Diputado de Cojedes.
LA BATALLA DE GUAMA.
Pero las fuerzas conservadoras (los azules) continuaban hostigando al gobierno y Matías Salazar sale a batirlas.  Primeramente combate en la zona occidental del país, en el sitio conocido como “La Mora”, donde es derrotado, por lo que abandona Barquisimeto y se repliega a San Felipe.  Desde allí nuevamente se enfrentan liberales y azules en el pueblo de Guama.  Es una feroz y encarnizada batalla de seis horas, la cual se decide a favor de Matías Salazar gracias a que las fuerzas corianas de los azules se pasan al lado liberal seducidos por su paisano el guerrillero León Colina. El saldo del combate de Guama es terrible:  ochocientos muertos quedan en el campo guameño.  Doscientos soldados enemigos son hechos prisioneros y las fuerzas liberales se apoderan de 600 fusiles y otro material de guerra.  Las fuerzas azules en el centro del páís han quedado destruidas y huyen hacia el occidente. El general Salazar las persigue hasta Barquisimeto, donde se detiene, ya el centro está dominado y pacificado.   Guama ha sellado la guerra a favor de Guzman.  Apenas quedan unos reductos en Trujillo, Coro y Maracaibo,  que caerán poco tiempo después. Por la acción de Guama Salazar recibe honores y homenajes y el presidente Guzmán lo designa presidente (gobernador) del estado Carabobo.

EL TEDEUM, LA PETICIÓN DE AMNISTÍA Y LA RUPTURA CON LA IGLESIA
Una vez conocida la victoria de Guama, Guzmán Blanco, desde Puerto Cabello, le informa del triunfo al ministro encargado de la presidencia Diego Bautista Urbaneja y le solicita: “Pida Ud. al Arzobispo un “Te Deum” (misa solemne) por la paz lograda al que asistirá el gobierno a dar gracias a Dios en representación de todos los liberales de Venezuela”.  A esto, el Arzobispo Silvestre Guevara y Lira, que poco simpatizaba con los liberales,   contestó que que sólo celebraría esta misa si Guzmán decretara una amnistía general que propiciara el perdón y un ambiente de paz y concordia en el país, que “un gobierno que perdona y olvida es más fuerte que uno que persigue y castiga”, que “la magnanimidad sienta muy bien a quien nada teme y a quien no duda de su victoria”. 
Monseñor Silvestre Guevara y Lira Arzobispo de Caracas para 1870, fecha de la batalla de Guama.  Condicionó la celebración de un Te Deum que pedía el dictador Guzmán Blanco a que se decretara una amnistía de los presos políticos. El gobierno expulsa a Guevara y Lira el 28 de septiembre de 1870. Se va a refugiar  en Trinidad desde donde intento ingresar al país, pero  el gobierno no le permitió su desembarco. Tras 8 largos años de exilio político, Silvestre Guevara y Lira regresó a Venezuela. El Papa le elevó al rango de Asistente al Santo Solio Pontificio y confirió el título de Noble Caballero Romano.
EL 20 de febrero de 18882 murió Guevara y Lira  en la quinta San Ramón, en El Valle, Caracas.
El ministro encargado de la presidencia, un furibundo masón anticlerical,   monta en cólera y ordena la expulsión del Arzobispo del país.  Sucesivamente se rompen las relaciones diplomáticas entre Venezuela y El Vaticano, Guzmán logra que su Congreso dicte una ley que ordena el cierre de los conventos, la expulsión de varias ordenes eclesiásticas y la expropiación de templos, conventos e iglesias…Entre los edificios confiscados o destruidos están el convento de las Carmelitas Descalzas,  cuyas instalaciones pasaron a ser el Capitlolio de Valencia, el Convento de San Francisco,  que se convirtió primeramente en sede de la Universidad Central de Venezuela, hoy Palacio de las Academias, la Iglesia de la Santísima Trinidad,  convertido en el Panteón Nacional y fueron destruidos los conventos de el Convento de las Reverendas Madres de la Inmaculada Concepción, en cuyos terrenos se construyó el Palacio Federal Legislativo y la iglesia de San Pablo, donde se construyó el Teatro Guzmán Blanco, hoy Teatro Nacional. Mas tarde en 1876 Guzmán llega al extremo de pedir al Congreso la creación de una Iglesia venezolana independiente del Vaticano y hasta designa a un arzobispo.
El Capitolio de Valencia, anteriormente el convento de las Carmelitas descalzas, expropiado por el gobierno de Guzmán Blanco.

Sede del Palacio Federal Legislativo, construido por el gobierno de Guzmán Blanco en los terrenos de lo que fue el la iglesia de la Santísima Trinidad, demolido a raíz del conflicto.

Teatro Guzmán Blanco, ahora Teatro Nacional, construido sobre las ruinas de lo que fue la iglesia de San Pablo,  demolido por ordenes de Guzmán Blanco.

GUZMAN APROVECHADOR
Si bien las rencillas entre Guzmán y la Iglesia Católica tenían elementos políticos, filosóficos o doctrinarios, también tuvo importancia en este conflicto el desmesurado deseo de Guzmán Blanco por enriquecerse cada vez más.  Prácticamente todos los historiadores están de acuerdo en que Antonio Guzmán Blanco fue el ladrón más grande que existió en Venezuela en todo el siglo XIX, sólo superado en el siglo XX por el máximo ladrón, Juan Vicente Gómez.  Si bien los edificios o terrenos de conventos e iglesias tales como los conventos de Carmelitas, Concepciones y Dominicas y las iglesias de San Jacinto, San Pablo, San Lázaro, la Trinidad y la Capilla del Calvario fueron adjudicados a instituciones públicas, los historiadores sostienen que las valiosas alhajas estos (caliz y crucifijos de oro y plata, coronas de santos, rosarios de piedras preciosas, vinajeras e incenciarios de metales preciosos,  etc)  pasaron a aumentar la fortuna personal del dictador.  Tanto así que en 1.877 Guzmán envió a su palacio en Francia una serie de pesados cajones.  El día que los cajones llegaron al puerto de Saint Nazarie los funcionarios de la aduana insistieron en revisarlos y al abrirlos ante su sorpresa los encontraron repletos de las joyas de las iglesias de Caracas, robadas por órdenes de Guzmán para su provecho personal.  También se cuenta que los materiales nobles producto de la demolición de las iglesias ( mármoles, maderas exóticas, candelabros, etc.) fueron destinados a la construcción de sus casas particulares. (Rondón Marquez. R.A. “GUZMAN BLANCO, EL AUTOCRATA CIVILIZADOR” Imprenta García Vicente. Madrid 1952.
Actualmente Palacio de las Academias.  En primer plano la estatua del propio Guzmán conocida como “El Saludante”, derribada por el pueblo años después.


¿Y QUIEN ERA MATIAS SALAZAR?

El vencedor de Guama es el exacto prototipo del caudillo venezolano del siglo XIX:  el propio general de montonera.  Llanero ciento por ciento, nacido y criado en los llanos cojedeños, jinete excelente, hombre de un valor personal extraordinario que le permitió superar jerarquías rápidamente en el campo de batalla.  Sin ser un hombre de mayor cultura, tampoco era un analfabeta: de jóven trabajó como escribiente en un escritorio jurídico muy conocido de Valencia, donde renunció para trabajar un tiempo como maestro de pueblo.  También trabajo como torero, cultivando buena fama en estas actividades, incluso hasta en Colombia.    Como torero era conocido como “Matiitas” por su escasa estatura. Luego se incorporó a los liberales en la guerra federal, dedicándose a la política y la guerra hasta el momento de su prematura muerte. Su enorme ambición estaba a la par de su valentía, pero le faltaba disciplina.  Fue diputado por Cojedes y gobernador de Carabobo, en ambos estados tenía profundo arraigo popular y gran influencia entre la soldadesca. También se le acusó de asaltante de caminos, conocido con el remoquete de “el Encarbonado” por un asalto a una caravana de comerciantes en el camino entre Valencia y Tinaquillo en el que él y sus secuaces se tiñeron los rostros con negro carbón.  Muchas veces desobedeció las ordenes superiores, a veces para dedicarse a su pasatiempo de las peleas de gallos. Después de sus victorias ce Caracas y Guama, poco a poco va alejándose de su jefe Guzmán Blanco, a quien consideraba indigno de ser el presidente de los liberales y lo veía como un nuevo aristócrata… va tramando la conspiración: contacta a los enemigos del liberalismo, incumple con sus obligaciones políticas y militares hasta que trató de hacer asesinar al propio Guzmán en una visita a Valencia, en lo que se conoce como “la noche de San Bernardino”. Al ser descubierto el complot, abandonó Valencia con sus tropas, pero al poco tuvo que regresar; Guzmán lo perdonó y lo envió al extranjero, pero el terco Salazar no tardó en tratar de regresar para hacerle la guerra a su antiguo jefe, hasta que finalmente fue capturado por las tropas del gobierno y tras un extraño y amañado juicio, que en el fondo era una farsa montada por Guzmán, fue condenado a muerte, en un país que había abolido la pena capital.  Matías Salazar fue fusilado en Taguanes acusado entre otras cosas de “traición a la causa liberal” el 17 de mayo de 1.872. Tenía 44 años. Casi todos los generales miembros de Gran Tribunal que lo condenó traicionarían mas tarde o más temprano al dictador. Sus restos reposan hoy en la Catedral de Valencia. 
   Modesto monumento en Taguanes, entre Valencia y Tinaquillo, en el lugar donde fue fusilado en gral. Matías Salazar el 17 de mayo de 1.872.