por
Luis Heraclio Medina Canelón
En Carabobo, donde nos encontramos con prácticamente
todos nuestros museos e inmuebles históricos o cerrados o totalmente
deteriorados (Casa Celis, Palacio Iturriza, Escuela de Teatro, en Valencia y
Casa Guipuzcoana, Casa de los Herrera, Quinta Villavicencio en Pto. Cabello,
etc), las autoridades han decidido crear un museo a la memoria del político
sudafricano Nelson Mandela, alguien que nada tiene que ver con nosotros.
Para muchos es símbolo del respeto a los derechos
humanos, pero en realidad son pocos los que han estudiado la vida de Mandela y
su entorno, y en ese entorno hay un personaje realmente muy oscuro: la que por
27 años fuera su esposa Winnie Mandela, que nos recuerda mucho a ciertos
personajes de la actual política venezolana, quizás sea una de las razones del
homenaje a alguien que poco o nada ha tenido que ver con la historia de
Venezuela.
Winnie, una graduada universitaria en Trabajo Social en
los tiempos del Apartheid fue una de las creadoras del grupo terrorista “MUFC”
que a finales de los años ochenta cometió gran cantidad de asesinatos y
secuestros, especialmente en contra de grupos de negros rivales. Uno de los más
famosos métodos de terror empleado por los subalternos de Winnie era el llamado
“Necklacing” o collar, que consistían en que a la víctima la amarraban y le
colocaban un caucho a manera de collar y lo impregnaban de gasolina y lo
encendían. Al infeliz le producían una muerte lenta y terrible que causaba el
terror en los demás.La práctica terrorista favorita de los sicarios de Winnie, el collar (caucho) al que encendía para quemar vivo al adversario.
El juicio más escandaloso que se le siguió a Winnie
Mandela fue en 1989 cuando acusaron a Winnie y sus hombres de MUFC del
secuestro en el barrio negro de Soweto de varios jóvenes: Lolo Sono y Siboniso Shabalala, Sizwe Sithole,
Kuki Zwane, Sicelo Dhlamini y Sibusiso Chili, y al niño Stompie Seipei a quienes acusaron de espías. Los muchachos y el niño fueron llevados a
la propia casa de los Mandela en el referido barrio donde fueron torturados y
asesinados. Al niño Stompie Seipei lo degollaron.El niño degollado en la propia casa de los Mandela.
En 1991,
Winnie Mandela fue condenada a seis años de prisión por el secuestro de
Seipei, pero la sentencia fue conmutada por una multa de 3.000 dólares.
En 1998, la comisión Verdad y Reconciliación
(TRC), que estudiaba los crímenes políticos del apartheid, declaró a Winnie
"culpable políticamente y moralmente de importantes violaciones de los
derechos humanos" cometidas por el MUFC.
Luego, en tiempos de la presidencia de su esposo Nelson
Mandela la primera dama fue designada Ministro de Cultura y Arte, pero al salir
del cargo fue acusada de robo y fraude. Los tribunales la condenaron ahora por
corrupción administrativa. Frecuentemente se le veía en suntuosos automóviles y
disfrutando de toda clase de lujos. Al morir dejó una fortuna (aunque apenas
trabajó unos pocos años de su vida) y sus hijas hoy son millonarias.Winnie con uno de sus lujosos automóviles
El secuestro, la tortura, el crimen y la afición a los
lujos fueron el cariz de este personaje. Mucho en común con algunos que nos son
muy familiares hoy en día.
Aún así a esa
corrupta, torturadora y asesina de niños la ONU le otorgó el premio de los
Derechos Humanos. Así son las cosas.