Este mes de marzo pasado se cumplieron
76 años de la llegada de un pequeño contingente de tropas del ejército norteamericano (U.S.
ARMY) a tierras venezolanas en tiempos de la segunda guerra mundial. Es uno de esos episodios de nuestra historia
que son poco conocidos o hasta ocultos, quizás porque no le han dado
importancia, porque existen pocos registros o hasta por un exacerbado orgullo
nacionalista los historiadores han desconocido esta historia.
LOS ANTECEDENTES
La serie de ataques de los
submarinos alemanes en febrero 1942 a la flota petrolera que llevaba nuestro
hidrocarburo desde los pozos del lago de Maracaibo a las refinerías de Aruba, Curazao
y Trinidad originó una interrupción abrupta del tráfico de los tanqueros por
las aguas de nuestro Mar Caribe poniendo en serio peligro el abastecimiento de
combustible para el esfuerzo bélico aliado.
Por un mes aproximadamente no partieron los buques tanqueros cargados
con su precioso líquido negro a las refinerías de las islas del Caribe, pues
existía el fundado temor de que se corriera con la misma suerte que la decena
de tanqueros hundidos por los submarinos frente a las costas de Zulia, Falcón y
el oriente venezolano los días de febrero de 1.942, cuando fueron echados a
pique el Monagas, El Tía Juana, el Pedernales, el Ramona, el San Nicolás, entre
otras víctimas de los torpedos, con la muerte de varios marineros venezolanos. El
temor al ataque de los submarinos alemanes en nuestras costas fue tan grande
que hasta se suspendió la simple navegación costanera.
Un soldado norteamericano al pié del busto de el Libertador, en alguna plaza Bolívar de Venezuela |
Esto produjo una rápida decisión de
los mandos norteamericanos de proteger las costas suramericanas de cualquier
intento de incursión de fuerzas navales del eje (Alemania, Japón o Italia) ,
para lo cual se reforzaron ese mismo año de 1.942 las bases de Panamá y Puerto Rico y se
incorporaron tropas norteamericanas a las bases que tenían Inglaterra
y Holanda en Trinidad y Las Antillas Neerlandesas (Curazao, Aruba y
Bonaire). Igualmente se construyeron un extraordinario número de aeródromos en Puerto
Rico, Trinidad y Panamá para tratar de cubrir la zona del Caribe. Asimismo se trató con los gobiernos amigos de
Chile, Perú y Venezuela el establecimiento en los respectivos países de
Baterías de Defensa Costera del ejército norteamericano para garantizar la
protección de las rutas navales costaneras.
Estos desplazamientos no eran algo improvisado: desde principios de la
década de los 40 los cuadros militares norteamericanos habían estudiado la
importancia estratégica del eje golfo de Venezuela-Antillas Holandesas –
Trinidad y su importancia con la navegación del cercano Canal de Panamá y antes
de la incursión de los submarinos alemanes, y ya en 1.941 los norteamericanos
habían elaborado un plan de acción en esta zona en caso de que los EE. UU. entraran
en guerra: el “Rainbow 5” (Plan Arcoiris 5), el cual fue puesto en práctica a
partir del 12 de diciembre de 1.941, es decir, inmediatamente después del
ataque japonés a Pearl Harbour, con lo
que EE.UU entraba en la guerra.
Soldados norteamericanos a bordo de un Jeep con la placa del "Ejército de Venezuela" |
EL CASO DE VENEZUELA.
Por razones de normas
constitucionales, Venezuela no permite el establecimiento de fuerzas militares
de otros países en su territorio, ni siquiera para coadyuvar en su defensa
territorial, como sí lo permiten países mucho más poderosos que el nuestro,
como por ejemplo España, Turquía, Inglaterra, Arabia Saudita, donde funcionan
bases militares norteamericanas, para sólo mencionar algunos, donde privan más
razones de orden práctico, que meros principios enunciativos nacionalistas.
Es de notar que para Venezuela esta
defensa ha sido más declarativa que de verdadero ejercicio, especialmente en
tiempos de la segunda guerra mundial cuando los submarinos alemanes operaron
casi a su libre albedrío por nuestras aguas, igualmente buques franceses,
norteamericanos e ingleses, y aviones y dirigibles de los aliados, que sin
pedir permiso transitaban a su libre voluntad por nuestros espacios aéreos y
marítimos. Venezuela no tenía los medios
materiales para ejercer debidamente su soberanía, pero una vez evidenciada la
amenaza de la marina alemana, no le quedó más remedio al gobierno del gral. Isaías Medina Angarita que flexibilizar su
posición y permitir la entrada de las tropas del ejército norteamericano bajo
la figura de “instructores”, así como también el uso de ciertos aeropuertos por
la aviación de los países aliados.
Cañón de 155mm de la "Velum Force" en algún lugar de la costa venezolana. |
LA “VELL
UM FORCE” O FURZA
VENEZUELA
Es así entonces que se busca un
mecanismo para poder instalar en las costas venezolanas unas fuerzas defensivas
artilladas norteamericanas y por medio de una ley norteamericana conocida como
“Ley de Préstamos y Arriendos” se logra que los Estados Unidos “transfiera” a
Venezuela un conjunto de baterías costeras, las cuales deben venir, en
principio con su dotación de tropas, que a los meros efectos legales y para no
violar la constitución, llegarían como “instructores”. Los norteamericanos han sido del criterio
que los ejércitos de los países suramericanos han sido mas una fuerza de
mantenimiento del orden interno que una verdadera fuerza militar capaz de
ejecutar una defensa ante un enemigo extranjero, por eso son reacios a dejar
inmediatamente en manos del ejército nacional los equipos bélicos a transferir.
Un soldado norteamericano en la Plaza Bolívar de Barcelona |
Es así que se activa la “Fuerza
Venezuela”, conocida el nombre código en los archivos norteamericanos como “Velum
Force” la cual se traslada a nuestro país en abril de 1.942 y establece su
cuartel general en Puerto La Cruz, y con competencia sobre las costas de
Venezuela, Aruba y Curazao. Para cumplir
esta misión se comisiona al Regimiento 56 de Artillería Costera, acantonado en
California, en el fuerte Cronkhite, Condado de Marin. Se trasladan a Venezuela las baterías C y D
compuestas por cañones de 155mm, ametralladoras .50, ametralladoras browning
12,7mm, faros, elementos de óptica, etc. Una de las baterías se instala en
Puerto La Cruz, Edo. Anzoátegui y la otra en Las Piedras, Edo. Falcón. Con ellas vienen unos trescientos soldados
norteamericanos, entre oficiales y tropa, que protegen nuestras costas de cualquier
ataque externo y entrenan a las tropas del ejército venezolano. Más tarde, en Junio llega una tercera
batería, que se instala en la Isla de Patos y tiene como misión defender el
tráfico marítimo en el Golfo de Paria. Todas
estas tropas estaban bajo el mando directo de los agregados militares de
Estados Unidos en la embajada en Venezuela. Existen pruebas fotográficas de que los
soldados norteamericanos recorrieron varias partes de nuestro país, quizás
hasta realizando labores de inteligencia. En marzo de 1943, dos de las baterías fueron trasladadas
a Aruba y Curazao respectivamente. El
26 de Junio de 1.944 el resto de las tropas norteamericanas abandonan
definitivamente nuestro país, sin haber entrado en combate, ya que ninguna nave
jamás intentó algún ataque a tierra firme venezolana, por lo que se tiene
conocimiento. Sus compañeros destacados
en Aruba y Curazao si tuvieron oportunidad de accionar sus armas ya que las
incursiones de submarinos se repitieron en algunas oportunidades en contra de
las islas. Posteriormente estas unidades abandonaron el Caribe y fueron
renombradas como “Batería de Artillería de Campo Nro. 767”, equipadas ahora con
cañones de 105mm y adscrita al ejército del gral. Patton, y participaron activamente en la
campaña de Europa. Así fue como vinieron
a Venezuela los soldados norteamericanos a ayudarnos a defender nuestras costas
de un agresor extranjero.
Sirviente de una de las ametralladoras en la costa venezolana. |
EPILOGO
En nuestro país quedaron varias de las
baterías norteamericanas, transferidas a nuestro ejército en enero de 1.943, como
se dijo anteriormente. Una de ellas estaba acantonada en la Isla de Patos, entre
el Golfo de Paria y Trinidad, donde ocurrió un curioso incidente: Un escuadrón
de aviones norteamericanos, que se encontraban en el Caribe en labores de
entrenamiento y práctica de bombardeo aire/mar.
Estuvieron utilizando blancos ficticios en alta mar, pero al ver esa
pequeña isla, aparentemente desierta, por desconocimiento bombardearon la isla,
donde se encontraba destacada la batería, ahora sostenida por tropas venezolanas. No quedaron registros sobre los posibles
daños personales en tierra, ni tampoco se conoce si hubo respuesta de fuego
antiaéreo de las ametralladoras .50 o 12,7 browining en contra de los
bombarderos. Lo cierto es que no se
tiene conocimiento de derribo de ningún avión por parte de la defensa de la
isla. Este episodio de “fuego amigo”
habría originado una nota de protesta de la cancillería venezolana a las
autoridades norteamericanas, pero los investigadores históricos no han podido
encontrar los archivos correspondientes en nuestra cancillería.
Un soldado norteamericano junto a su enorme cañon de 155mm en las costas venezolanas. |
PARA LEER MAS:
Hernández González,
Carlos E. “Venezuela
en la Segunda Guerr a Mundial Golfo de Paria: Defensa conjunta y punto de
Desencuentro”
MAÑONGO.
Revista Semestral de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad de
Carabobo. Nro. 41. Vol XXI.
Julio/Diciembre 2013. Valencia. Venezuela.
Chant, Cristopehr. “The
Encyclopedia of Codenames of World War II”. Disponible en la web: http://www.thebookishblog.com/the-encyclopedia-of-codenames-of-world-war-ii.pdf
Fitzroy Andre
Baptiste. “War cooperation and conflict.
The European Possessions in the Caribbean, 1939-1045. Disponible
en la web: https://books.google.co.ve/books?id=h5YHyfXixz8C&pg=PA168&lpg=PA168&dq=war+cooperation+and+conflict++velum+force&source=bl&ots=r7CBEp99FA&sig=eE0zurLdTIs_GKwLc783COfGJ4k&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwi__p_VkfDVAhVI2SYKHXldCEAQ6AEIKDAA#v=onepage&q=war%20cooperation%20and%20conflict%20%20velum%20force&f=false
Gaines C. William. “Coast Artillery Organizational History, 1917-1950
Part I, Coast Artillery Regiments 1-196.
The Coast Defense Journal”.
Disponible en la web: http://cdsg.org/wp-content/uploads/pdfs/FORTS/CACunits/CACreg1.pdf
Vasquez, Cesar A. “A History of the United States
Caribbean Defense
Command
(1941-1947)”Florida International University, Disponible
en la web: http://digitalcommons.fiu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=3672&context=etd
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