En la Iglesia
Catedral de Valencia, a pocos metros del altar principal, se
encuentra la lápida que identifica la tumba del general Leopoldo Ortega
Barreto. Es una de las pocas tumbas de la Catedral que ha superado
los gustos y caprichos de cuanto obispo ha pasado por nuestra iglesia matriz,
que han modificado el templo a su libre criterio, quitando y hasta eliminando
las lápidas que distinguían el lugar de último descanso de muchos venezolanos
ilustres. Ortega es quizás el único
militar venezolano del siglo XX que reposa en nuestra Catedral, ultima morada
de muchos clérigos, pero pocos hombres ajenos la curia. El otro militar es Atanasio (corregir)
Girardot, pero este patriota es un personaje mucho más antiguo que Ortega, pues
data de la época de la independencia…
La lápida que señala el lugar de descanso del Gral Leopoldo Ortega Baarreto en la Catedral de Valencia. El año señalado en la lápida está equivocado,ya que lo correcto es 1901. |
Pero ¿Quién fue Leopoldo Ortega Barreto?
El general Ortega nació en el Baúl, estado Cojedes, en 1870, proviene de
una familia de militares desde la guerra
de independencia, cuando su abuelo, el general Rafael Ortega fue un destacado
oficial de José Antonio Páez. Su familia
siempre estuvo vinculada al llano, tierra de hombres bravos y de a caballo,
pero desde muy temprano alternó su vida con Valencia, donde fundó familia y
residían buena parte de sus parientes, los Barreto, en la famosa esquina de la
Cruz Verde. En la ciudad del Cabriales inició estudios
de ingeniería en la incipiente Universidad de Valencia, pero prematuramente los
interrumpió al ser seducido por la llama de la política, llevado sus principios
éticos y su conciencia civilista y apego a la legalidad. Se incorporó a la “revolución legalista” de
Joaquín Crespo que se rebelaba en contra el gobierno que violaba la
constitución para tratar de perpetrase en el poder. En los combates de la “legalista” el diestro
jinete llanero recibe su bautismo de fuego y es conocido por su valor en
combate, por lo que se le reconoce al joven la jerarquía de capitán.
La esquina "Cruz Vede" donde residían los Barreto. |
Años mas tarde, cuando con ocasión de las elecciones de 1897 se realiza
la primera campaña electoral popular y moderna en Venezuela se incorpora
activamente al Partido Nacionalista, el cual organiza y dirige en los estados
Carabobo y Cojedes, junto con su cuñado el Dr. Eudoro López y sus
parientes los Barreto y los Lima. Promueve y sostiene la candidatura de “El
Mocho Hernández”, la cual cuenta con una enorme mayoría popular, prepara los
primeros simulacros de votación para educar en materia electoral a aquella ciudadanía
que jamás había votado, organiza mítines,
giras de propaganda y conferencias del candidato en Valencia, Puerto Cabello,
Tinaco, San Carlos, etc., ganando las simpatías del electorado, pero el día de
las elecciones, hombres armados afectos al oficialismo toman las urnas
electorales, amenazan a los nacionalistas, les impiden votar, secuestran el
proceso y cometen un fraude gigantesco, proclamando vencedor a Ignacio Andrade,
candidato de el antiguo “legalista” Joaquín Crespo, quien ahora abandona sus
principios y a su vez violenta la constitución y avala el fraude que en las elecciones
que le burlan la victoria popular a José Manuel Hernández “El Mocho”.
A los pocos días el gobierno encarcela a todos los dirigentes de la
oposición, los cuales permanecen presos hasta enero, cuando son liberados. Ante semejante fraude “El Mocho” escribe
secretamente Ortega y otros sus partidarios para organizar una sublevación y
viene a Valencia, para desde la capital del estado Carabobo iniciar su famosa
“Revolución de Queipa” desde la antigua hacienda al sur de la ciudad. Le toca a Leopoldo Ortega recibir al “Mocho”
y llevarlo a caballo hasta la hacienda Queipa, en las inmediaciones de lo que
hoy conocemos como “la vía a El Paíto.
Desde allí nuevamente Ortega se incorpora a la batalla, siempre al lado
de “El Mocho”, participando siempre al frente de las tropas en los combates de
Tinaquillo, el asalto al hato “Totumo Barretero” que fue lo que hoy llamamos
una “operación comando” en la que
despojaron a las tropas del gobierno de gran cantidad de caballos, fusiles y
hasta una ametralladora, novísima arma para aquellos tiempos. Luego está presente en la famosa batalla de “la Mata Carmelera ” donde muere el
ex presidente Joaquín Crespo, jefe de
las tropas del gobierno y finalmente acompaña al “Mocho” en los combates de
Churuguara y Yumare, cuando finalmente la “Revolución de Queipa” es derrotada y
caen presos sus líderes.
En 1900, nuevamente cae preso “El Mocho Hernández”, luego de alzarse contra la dictadura de
Castro. Entonces el general Ortega junto a muchos venezolanos
anticastristas se repliega a la
Goajira colombiana. En Colombia se encuentra también el Gral.
Rangel Garbiras, jefe de los nacionalistas del occidente de la república, quien
por segunda vez prepara acciones para
invadir Venezuela y derrocar al dictador Castro. Simultáneamente en Colombia se
libra una cruel guerra civil entre los conservadores (en el gobierno y enemigos
del gobierno venezolano de Castro) y los liberales, con apoyo del dictador
venezolano.
A la Goajira
llega, para apoyar a Ortega Barreto el célebre Rafael de Nogales Méndez, quien
años mas tarde sería héroe de la primera guerra mundial.
Cipriano Castro, a su vez, alista un ejército expedicionario y lo envía
a Colombia por la Goajira ,
hacia Riohacha para destruir a los conspiradores venezolanos y tratar de apoyar
una insurrección en contra del gobierno conservador colombiano. En un desértico lugar de la Goajira colombiana
denominado Carazúa, el 13 de Septiembre de 1901 ocurre la cruenta batalla en la cual
Leopoldo Ortega Barreto recibe un balazo de fusil en una de sus rodillas, la
cual queda totalmente destrozada. Herido
y trasladado a la retaguardia los médicos quieren amputarle la pierna, a lo que
el llanero obstinadamente se niega, pero la herida gangrena y muere el 7 de
octubre. Cuentan que cuando los médicos pretendieron amputarle la pierna se
negó y exclamó: “Prefiero que digan ahí
murió el general Ortega y no que digan ahí va el mocho Ortega.”.
Al saberse en Valencia la muerte del general Ortega, tan lejos, fuera de
su amada Venezuela, causa hondo pesar. Su parentela es muy querida y respetada
en la ciudad. Son los Ortega, los
Barreto, los Lima, los López, gente muy respetada y apreciada. Su esposa María Isabel Lima de Ortega junto a
sus hijos Leopoldo, Carlos, Héctor, Luis, Ricardo, Luis Augusto y Anita desconsolados
ni siquiera tienen un cuerpo que enterrar.
Años mas tarde, en 1903, se logra repatriar los restos del último
general venezolano muerto en combate; son traídos a Valencia y velados en
capilla ardiente en la Iglesia
de San Francisco, para luego ser trasladados en hombros hasta la Santa Iglesia Catedral donde
tienen su descanso definitivo, a pocos metros del altar mayor.
El lugar de la lápida, a 8 metros del Altar Mayor. |
Para leer más del Gral. Leopoldo Ortega Barreto:
Galíndez, Luisa. “HISTORIA DE VALENCIA 1901-1950” (Extractos publicados
en In-Formate Nro. 216, Marzo 1991
Lecuna, Vicente: “LA REVOLUCIÓN DE
QUEIPA”. Tipografía Garrido, Caracas 1954
López, Victor José. “INFATIGABLES” Edit. Temple. Madrid 2017
Nogales Méndez, Rafael: “MEMORIAS”. Fund. Edit. El Perro y la Rana. Caracas 2007
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