LOS YANKEES MUERTOS POR NUESTRA INDEPENDENCIA.
En días pasados, se cumplió un aniversario más
de la muerte de un grupo de norteamericanos y europeos que habían acompañado al
generalísimo Francisco de Miranda en su primera tentativa de rebelión en contra
del imperio español. La enfemérides pasó sin un recuerdo, un discurso o
siquiera una ofrenda floral. Se quiere tapar la realidad histórica con la
indiferencia.
En efecto, el 21 de julio de 1806 en el
Castillo de San Felipe, en Puerto Cabello (hoy conocido como Castillo
Libertador) fueron ejecutados en la horca, diez oficiales, extranjeros que
habían sido capturados por las naves realistas frente a las costas de Ocumare
(Edo. Aragua) cuando la flotilla de Miranda, fue interceptada por buques de la
armada imperial y dos de los barcos revolucionarios fueron abordados y hechas
presas sus tripulaciones.
Meses antes, Francisco de Miranda, prepara una
invasión a Venezuela desde los Estados Unidos.
Tras una serie de reuniones con el presidente
Thomas Jefferson y James Madison, secretario de Estado, logra la colaboración
de la autoridad del puerto el coronel William Smith y consigue un buque con el empresario
Samuel Ogden. También logra entusiasmar al empresario y marinero Thomas Lewis,
a quien encarga de capitanear el barco.
Miranda
enrola a una tripulación de unos 200 hombres, casi todos yankees, contando con
40 cañones de diverso calibre, 1.500 fusiles, 6.000 lanzas, y abundantes
municiones. La expedición tenía 3 naves
las goletas Bacchus y Bee (Baco y La
Abeja ) y el Leander,
la corbeta norteamericana donde ondea por primera vez en la historia el
pabellón tricolor venezolano.
Así debió ser el "Leander" |
El 27 de abril la expedición llegó frente a las
costas de Ocumare, pero los servicios de inteligencia españoles ya habían
advertido a las autoridades en Venezuela de la intentona, por lo cual dos naves
realistas (el Argos y el Celoso) estaban esperándolos y luego de un corto combate
capturaron a las dos goletas e hicieron huir al Leander con Miranda a bordo. Unos
cincuenta marineros norteamericanos y otros europeos que formaban parte de la
expedición fueron capturados, entre ellos británicos, un sueco y un polaco.
Dibujo de la época que recrea la captura del Bee y el Bacchus. (Imaagen tomada del blog de Grisel Lecuna García) |
Dibujo de la época que representa la ejecución de los compañeros de Miranda. (Imagen tomada del blog de Grisel Lecuna García) |
La mayoría de marineros fueron encarcelados y
enviados a diversas fortalezas españolas pero tres meses después en el Castillo de Puerto Cabello en acto
público fueron ejecutados en la horca los oficiales comandante
Thomas Donahue; capitanes James Gardner, Gustavus Burgudd (o Bergud) y Thomas
Billopp; y tenientes Charles Johnson, Daniel Kemper, John Ferris, Miles L.
Hall, Francis Farquarson y Paulo George.
La “historia oficial” o la “nueva versión de la
historia” no quiere recordar a esos gringos.
En estos tiempos, cuando se llena el Panteón nacional de “restos
simbólicos” y de personajes de dudosa reputación, no se les hace a estos mártires de nuestra
independencia un homenaje o un simple recordatorio. Los historiadores “oficialistas” parecen
olvidar o quizás hasta quisieran ocultar que ningún venezolano murió en la
primera tentativa de Miranda de darnos
la independencia, fueron unos
norteamericanos en su mayoría, y otros cuantos europeos, los primeros que
derramaron su sangre en la primera de las intentonas del generalísimo Francisco
de Miranda. Fueron norteamericanas las
naves de Miranda y fueron norteamericanos quienes ayudaron a Miranda a preparar
su expedición. Esa es la verdad
histórica, pese a que no le guste a algunos.
La "Columna de los Americanos" monumento inaugurado el 4 de Julio de 1896, decretado por Joaquín Crespo. |
Si existe en Puerto Cabello un monumento, un cóndor
andino, con sus alas extendidas, a punto de volar hacia la libertad,
remembranza del águila norteamericana, que recuerda a aquellos hombres que
desde las frías aguas de Baltimore y Philadelphia vienieron al Caribe a dejar
su vida por la independencia de un pueblo que hoy los olvida.
Es de notar que el presidente Gral. Joaquín
Crespo, a fines del siglo XIX, en el
momento de decretar el monumento de Puerto Cabello, decretó que los
norteamericanos eran “próceres de la independencia de Venezuela”.
En Maracay también existe un monumento
recordando a los héroes de Ocumare.
Muy buena crónica... hay que recordar la historia para escribir el presente. saludos La Cronista.
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