Esta situación produjo una radical oposición de
densos sectores de la sociedad que añoraban el clima de paz de los gobiernos
anteriores, de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, en los cuales
la sociedad venezolana avanzaba a paso firme en un cívico proceso de
democratización, con instituciones nuevas, dentro de un clima de paz, con respeto absoluto por las libertades
ciudadanas, total libertad de prensa, con la legalización de todos los partidos
políticos, sin un solo preso político o
exiliado y habiendo desaparecido totalmente de la escena nacional la tortura y
el crimen político. Asimismo, dentro de
los militares en el gobierno, que habían apoyado el golpe contra Medina
Angarita había un grupo de oficiales que se sentían relegados, descontentos y
distanciados de la JRG
ya que no veían satisfechas sus aspiraciones castrenses.
EL GOLPE
Así las cosas, el 11 de diciembre,
simultáneamente en Carabobo, Aragua y Trujillo se produce un alzamiento cívico
militar contra el gobierno de la
JRG. En Trujillo se
alzó el viejo caudillo Juan Bautista Araujo, a quien seguían ciegamente
centenares de campesinos armados. Los hechos de Valencia tienen un particular interés para mí,
ya que fue el último alzamiento en el que participó mi abuelo Luis Eudoro
Medina, y el único en que se implicó mi padre Heraclio Medina. Ambos terminaron
siendo presos políticos por estos hechos. En
Valencia el componente civil de
los golpistas estaba integrado por una extraordinaria cantidad de notables
personalidades de la ciudad: abogados, médicos, productores agropecuarios,
comerciantes y hasta un sacerdote hacen fila entre los golpistas; nombres como Luis .F Waskier, Darío Hoffmman,
Atilio Galli, Carlos Enrique y Luis Felipe López, los hermanos. Betancourt y Galindez,
Bernardo Antonio Heredia (el cura
párroco de Guacara), Amílcar Gómez, Armando Celis Saune entre otros, que salen a la calle junto con los militares
alzados, liderados por el comandante de la guarnición de Valencia, el teniente
coronel Juan Pérez Jiménez, hermano de Marcos (quien al momento era Jefe del
Estado Mayor). A tempranas horas, y aún
antes de que los militares alzados tomaran sus posiciones, las acciones civiles se inician comandadas por
el sacerdote Bernardo Heredia, quien metralleta en mano toma la gobernación y
hace presos al gobernador Manuel García Guevara, al prefecto Fernando Ortega y
a medio centenar de dirigentes de Acción Democrática. Cuenta Oscar Yanes que:
“El cura Heredia a punta de ametralladora obligó a hablar por radio al
Gobernador del Estado para que anunciara que el golpe había triunfado. La treta del cura terminó de sembrar la
confusión en la propia ciudad de Caracas y hasta en el diario El País, vocero
de Acción Democrática, los trabajadores comenzaron a comentar en voz baja:
-¡¡¡Cayó Valencia¡¡¡Esta vaina se jodió.-“ (Yanes, Oscar. “Amores de Ultima Página, p.
316, Edit Planeta. Colombia 1.997).
En horas de la tarde los alzados habían
logrado el control total del Estado Carabobo sin hacer un solo tiro y sin
derramamiento de sangre.
En Maracay se alzó el mayor Carlos Maldonado
Peña, subinspector de la
Aviación , en la
Base Boca de Río, quien logró que uno o dos
aviones sobrevolaran Caracas e intercambiaran fuego de ametralladoras con las
defensas antiaéreas del palacio de Miraflores, mientras tanto resistía el
asedio por tierra y aire de las fuerzas del gobierno.. En Caracas debía alzarse el Jefe de la Guarnición de la
ciudad, Teniente Coronel Enrique Rincón Calcaño, pero lo hicieron preso antes
que se alzara y amenazado de muerte lo obligaron a hablar por la radio
anunciando el fracaso de la conspiración.
Ante la imposibilidad de la toma del poder en Caracas, a las fuerzas
alzadas en Valencia y Maracay no les quedó mas remedio que rendirse; los
aviadores de Maracay huirían en sus aviones y llegarían hasta Colombia donde
lograron el asilo político. Los alzados
en Trujillo continuaron algunos días la resistencia, pero al no contar con
solidaridad en otras partes del país, no les quedó mas remedio que deponer las
armas.
Avión Texan AT6 partiendo desde Maracay. |
HERMANO CONTRA HERMANO
Esta intentona de golpe de estado, reproduce
en lo micro, el macro-drama de las luchas fratricidas en Venezuela, aquí se vieron enfrentados dos
pares de hermanos: En Valencia el líder de los militares (Juan Pérez Jiménez)
era hermano el Jefe del Estado Mayor del gobierno (Marcos Pérez Jiménez), quien
dirigiría las operaciones contra el golpe.
Le tocó a Juan rendirse ante su hermano Marcos, y por otro lado los Vargas Cárdenas: el
capitán Mario Ricardo, ministro del interior del gobierno y el mayor Julio
Cesar aupando la conspiración desde el extranjero ya que desde tiempo antes
había manifestado su oposición al gobierno de Betancourt y la JRG )
Una de las pocas fotos que conocemos del mayor Juan Pérez Jimenez, hermano de Marcos y para la fecha comandante de la Guarnición de Valencia. |
Al tomar el control de la situación las
fuerzas del gobierno y los colectivos de aquellos tiempos, los “cabilleros” o
“bandas armadas” de AD emprendieron una
gigantesca cacería en contra de todo miembro de la oposición que les pareciera
golpista. En Valencia se llenaron los calabozos de la policía y de la vieja
cárcel de la calle Libertad. En las
detenciones e interrogatorios participaron activamente los milicianos de AD,
sin ser funcionarios policiales. Así lo
denunció uno de los detenidos, el Dr. Luis Rafael Betancourt y Galíndez al
declarar al tribunal:
En altas
horas de la noche muchos de los detenidos fueron llamados a declarar ante
miembros de “Acción Democrática”, Arturo Hidalgo, Hermes Barrios Piñango,
Augusto Tarbes, Tomas Pino, José Malpica, Alejandro Izaguirre y otros, quienes
haciéndose pasar por funcionarios de la policía y unas veces con amenaza y
otras con promesas de libertad interrogaban a los detenidos, haciéndoles decir
o declarar bajo su antojo. ( Pinto Prada,
Rafael Agustín "Administración
de Justicia en Carabobo durante el Trienio 1945-1948")
En
Caracas el antiguo Club Nocturno “Trocadero”, famoso por reunir a lo mas
selecto de la política y la sociedad de Caracas en los tiempos de Medina, ahora
era convertido en un mini-campo de concentración a donde se llevaron a docenas
de caraqueños de oposición, pese a que en la capital no hubo acciones
golpistas, entre ellos Jóvito Villalba,
Guillermo Negrete, J.M. Domínguez, Horacio Guerrero, Juan Francisco
Miers, Manuel Pelucarte, entre otros. En Maracaibo pese a que no hubo alzamientos,
también se detuvo a un buen número de ciudadanos simpatizantes de la oposición.
Muchos de los detenidos de Caracas y Valencia fueron salvajemente
torturados, una práctica que los venezolanos consideraban execrada de nuestras
cárceles, ya que no se había visto desde los tiempos de la dictadura de Juan
Vicente Gómez. Al padre Heredia le lanzaban excrementos a su calabozo y lo
presionaban para que falsamente inculpara al obispo de la ciudad, Monseñor
Adam, acusándolo de estar implicado en el golpe. También lo encerraron en el
calabozo con unas prostitutas medio desnudas. En el Trocadero le aplicaban
electricidad a los presos en los testículos, oprobiosa práctica que jamás antes
se había visto en Venezuela, ni siquiera en las peores dictaduras de principios
de siglo. Un grupo de damas valencianas, entre ellas Carmen Marciano, Luisa de
Celis, María de Toro, Isabel Iturriza y Cecina de Galli, entre otras, denunció las torturas a los presos ante la Asamblea Nacional
Constituyente, la que nombró una comisión especial para investigar el caso,
presidida por el diputado Ambrosio Oropeza, la que comprobó la veracidad de los
tratos crueles inferidos a los presos políticos. Como es costumbre, se solicitó al poder
judicial que en contra de los culpables “se aplique todo el peso de la ley y se
llegue hasta las últimas consecuencias.” Los presos de el “Trocadero” fueron
liberados a mediados de Enero. En cuanto a los presos de Valencia, continuaron
detenidos sin juicio alguno hasta ser indultados un año después por el nuevo
presidente Rómulo Gallegos. Así fueron
las cosas.
Fuentes:
Yanes, Oscar. “Amores de Ultima Página, p.
316, Edit Planeta. Colombia 1.997
Cordero Velazauez, Luis “Betancourt y la Conjura Militar del 45” , Caracas 1.978
Pinto Prada,
Rafael Agustín "Administración
de Justicia en Carabobo durante el Trienio 1945-1948". Ediciones de la Secretaria de la Gobernación del Estado
Carabobo. Valencia. 2009
Rivas Rivas, José. “Historia Gráfica de
Venezuela” Centeno Editor C.A. Tomo 3.
Edición digital.
Romulo Betancourt, fue el mal encarnado en Venezuela, a partir de su aparicion en los años 20, no ha dejado la discordia y el revuelo descansar, amen de que era comunista declarado y ya sabemos todo el menjurje que se tiene en la cabeza con esa ideologia, y todo el resentimiento que lleva a una persona ser comunista.
ResponderBorrarSus palabras vayan por delante¡ Saludos¡
BorrarHe estudiado y analisado con profundiad el golpe del 11de diciembre de 1946,porque mi papá, LUCIO HERRERA PAREDES,fue uno de los cabecillas de ese alzamiento en Trujillo, pues nunca justificó el derrocamiento del presidente Mefina Angarita, a quién la historia señala como un gran demócrata, progresita y humano.
ResponderBorrarEstamos de acuerdo con su apreciación. Gracias por comentar.
BorrarHe estudiado y analisado con profundiad el golpe del 11de diciembre de 1946,porque mi papá, LUCIO HERRERA PAREDES,fue uno de los cabecillas de ese alzamiento en Trujillo, pues nunca justificó el derrocamiento del presidente Mefina Angarita, a quién la historia señala como un gran demócrata, progresita y humano.
ResponderBorrarQue duro leer esto y vivir lo que estamos viviendo. Retroceso Histórico.
ResponderBorrarCiertamente, gracia por comentar. Saludos.
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